¿Quién fue Peter Townsend? El gran amor imposible de la princesa Margarita

A pesar de haberse casado con Antony Armstrong-Jones, la princesa Margarita guardaba en su memoria a un amor de la juventud al que tuvo muy presente durante toda su vida. La hermana de la reina Isabel protagonizó un romance que cayó como un jarro de agua fría en la Corona Británica y que provocó también el rechazo por parte de los ingleses.

El hombre que ocupó el corazón de Margarita fue Peter Townsend. Él era capitán de la Royal Air Force y caballerizo del rey Jorge VI, padre de Margarita. Lo que no sabía el monarca por aquellos tiempos es que su más fiel servidor se había convertido en el amante de su hija pequeña, un romance que salió a la luz en el libro “Ma’am Darling: 99 Glimpses of Princess Margaret’, que revela cómo ambos mantuvieron en secreto durante 70 años su relación.

Según el autor, Colin Brown, Margarita y Peter comenzaron a verse cuando ella tan solo tenía 17 años, allá por 1947. El capitán fue el elegido por el Rey para acompañar a la princesa durante un viaje a Belfast, Irlanda del Norte, concretamente al Castillo Hillsborough. Una misión que desató la felicidad en la hermana de la actual monarca británica y en Townsend, a pesar de estar casado y tener dos hijos.

Durante este viaje, se ha revelado que Townsend pidió que su habitación fuera contigua a la que había sido asignada para Margarita, un hecho un tanto extraño que dejaba entrever la relación sentimental que existía entre ambos.

Pero esta no sería la única ocasión en la que ambos coincidirían. El Rey habría asignado a Peter como acompañante de su hija pequeña en otra ocasión. La misión de Townsend era cuidar de la joven durante un viaje a Sudáfrica y no dejarla sola en ningún momento. “Cabalgábamos juntos todas las mañanas en ese país hermoso, con ese maravilloso clima. Ahí fue cuando realmente me enamoré de él”, explicó años más tarde la propia princesa Margarita.

Fue cuando su hermana Isabel estaba al frente de la Casa Real cuando se hizo público el romance entre Margarita y Peter Townsend, lo que supondría una “traición” por parte del capitán hacia el Rey por la que ambos no pudieron finalmente casarse. A pesar de que Peter se divorciara, la iglesia británica no permitía contraer matrimonio por segunda vez a los divorciados si sus exparejas seguían vivas, y tampoco lo permitía su hermana. Motivo por el que Townsend decidió embarcarse en un viaje a Bélgica y no volver.