Hay ocasiones en la vida en las que hay tareas más difíciles de llevar a cabo que otras, bien sean del trabajo o de la casa. Esa presentación que no quieres empezar a redactar porque te da pereza o no sabes cómo comenzar, ese correo que tienes que enviar pero le vienes dando largas desde hace día. Todos y todas procrastinamos, pero cuando se nos va de las manos puede acabar siendo un problema de productividad y puede tener consecuencias negativas para nuestros niveles de estrés.
Para luchar contra la procrastinación y conseguir sacar adelante las tareas a las que no queremos enfrentarnos, pero que debemos hacerlo sin importar lo que cueste, la psicóloga Amantha Imber compartía recientemente en la revista Fast Company una valiosa lección para enfrentarse a ellas.

"Durante una maratón de 100 kilómetros, la deportista Turia Pitt se vio atrapada en un incendio y padeció quemaduras en el 65% de su cuerpo. No solo sobrevivió, sino que completó un Ironman en 2 ocasiones, es autora de bestsellers y está implicada en múltiples labores humanitarias. Y en 2017 dio a luz a su primer hijo, Hakavai", relataba Imber.
Y continúa: "Después de ser madre, se dio cuenta de que se decía a sí misma que tenía que hacer ciertas cosas porque sí. Como limpiar su habitación, prepararle la comida al hijo o lavarle la ropa. Todas estas imposiciones le causaban mucho estrés así que decidió cambiar la narrativa por una más positiva. Empezó a decir: puedo hacerlo, de manera que sus acciones se traducían en consigo algo a cambio".

La experta señala que el tan solo hecho de cambiar nuestro diálogo interno puede cambiar la forma en la que percibimos el mundo exterior y las oportunidades que se nos presentan. "Aplicar esta estrategia no solo a nivel personal sino profesional es algo más que positivo. Empezar a ver las tareas como oportunidades o elecciones y no como obligaciones puede ser muy beneficioso", comenta la psicóloga.

"Yo puedo" en lugar de "yo tengo"
"Aprovecha la motivación intrínseca, en lugar de la extrínseca. Normalmente, cuando sentimos que tenemos que hacer algo, es como si una fuerza externa nos dijera que hagamos la tarea y nos deja sin elección. En cambio, cuando decidimos o elegimos hacer algo, esa tarea se convierte en algo sobre lo que tenemos control y hace que sintamos que nuestra elección está en consonancia con nuestros propios valores y deseos. Empieza a reformular deliberadamente tu diálogo interno y utiliza frases como "yo puedo hacer esta tarea", antes de cumplir con tus obligaciones", concluye la experta.