En palabras de la RAE, fluir es "brotar con facilidad de la mente o de la boca", en referencia a una idea o de una palabra. Cuando hablamos de psicología, la cosa cambia un poco, aunque mantiene cierta relación.
El Dr. en Psicología por la Universidad de Chicago Mihalyi Cskszentmihalyi es el principal experto sobre el concepto "fluir" (o "flow" en inglés). En 1975 formuló por primera vez su "Teoría de la Experiencia Óptima o Fluir (Flow)", en un artículo publicado en el Journal of Humanistic Psychology. Tras este estudio inicial, se publicó el libro Flow: The Psychology of Optimal Experience en 1990. Sus aportaciones son muy valoradas dentro del ámbito de la psicología positiva.

Según Cskszentmihalyi, fluir es un "estado en el que la persona se encuentra completamente absorta en una actividad para su propio placer y disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa". De acuerdo con la psicóloga Núria Albiñana, esta idea se remonta a uno de los pensamientos de Aristóteles que dice lo siguiente: "más que cualquier otra cosa, las personas buscan la felicidad”.
La profesional destaca que "la sensación que provoca el estado de estar absorto es muy agradable" y que todos, en algún momento u otro, hemos experimentado esta sensación. La emoción se relaciona a cuando una actividad te "atrapa" tanto que te permite olvidar todo lo demás. Csikszentmihalyi escogió el concepto "fluir" porque sus pacientes describían la sensación mediante el uso de la metáfora de una corriente de agua que les llevaba hacia delante de forma natural.

Núria Albiñana resume en su artículo la serie de circunstancias que deben ocurrir para experimentar esa sensación de fluir, aunque no todas deben darse al mismo tiempo.
- La tarea o meta planteada es factible y previamente a su acometida pueden establecerse objetivos concretos.
- Hemos de poder concentrarnos plenamente en ello.
- La meta o metas de la tarea han de estar claras.
- Las metas claras permiten una retroalimentación directa e inmediata. De este modo, el comportamiento puede ser ajustado según la necesidad, pues se conoce en todo momento lo que se está haciendo bien o mal.
- Procedemos sin esfuerzo, totalmente concentrados y distanciados de preocupaciones.
- Surge un sentimiento de control sobre la situación o la actividad que anula el miedo al fracaso.
- Desaparece la preocupación por la personalidad y hay una pérdida de autoconciencia. Al activarse el estado de flow, la autoconciencia desaparece, pues la atención está focalizada en la actividad que impulsa la experiencia de flow. Toda la energía física y psíquica está centrada en la realización de la tarea.
- La percepción del paso del tiempo se altera. En el estado de flow, el paso de tiempo se percibe en ocasiones más rápido y, en otras, más lento. Una hora puede parecer un minuto; y unos segundos parecer eternos.
- El estado de fluir se da cuando se produce un equilibrio entre los retos de la tarea y las propias habilidades, es decir, la actividad no resulta ni demasiado fácil ni demasiado complicada.

Además de las circunstancias, Cskszentmihalyi también ofrece claves para mejorar la experiencia. Por ejemplo, el psicólogo insta a intentar hacer cada tarea como si fuera un juego, concentrarnos plenamente en ella o buscar la máxima eficacia, no el máximo esfuerzo. Asimismo, también recomienda que nos dejemos ir en el proceso y que busquemos la trascendencia, el éxtasis.