La salud mental nos importa, y mucho. Desde hace varios años, especialmente tras el paso de la pandemia, los trastornos mentales han dejado de ocultarse debajo de la alfombra para pasar a ser temas de los que se habla en público. "Según un estudio del Ministerio de Sanidad, el 18,1% de la población española ha sufrido algún trastorno mental en el último año y los trastornos de ansiedad son los más prevalentes, seguidos de los trastornos depresivos y los trastornos relacionados con el consumo de alcohol y otras sustancias", leemos en New Medical Economics.
Estos datos son realmente escalofriantes y ponerles freno es una ardua tarea. Una de las técnicas que está ganando adeptos en nuestro país, y ayuda a gestionar la ansiedad y el cansancio, se llama Ho'oponopono y es de origen hawaiano. Tras este complejo nombre se esconde un sistema de sanación centrado en la reconciliación y el perdón. Antes de adentrarnos en el universo del Ho'oponopono, nos gustaría recordar que, si consideras que sufres un trastorno mental, acudas a un profesional certificado para trabajar tu caso de forma personal.
¿Cuáles son las bases del Ho'oponopono?
En palabras de la psicóloga Laura Raijenstein, "Ho’oponopono es un sistema de sanación físico, mental, emocional y espiritual practicado desde hace miles de años por los nativos hawaianos. Ayuda a la resolución de problemas. Borrando pensamientos tóxicos, pautas mentales y emocionales negativas. Ayudando a reprogramarnos. Se piensa que aquello que se borra de nosotros se borra de los demás: nuestra familia, amigos, ancestros, incluso de la Tierra".

"Borrar aquello que nos hace daño" es el inicio para empezar del cero sin una mochila repleta de peso. La experta destaca que "a través de la reconciliación y el perdón sentiremos paz, equilibrio y felicidad en nuestro interior". En sus origenes, esta técnica era usada por un Chamán que unía al grupo para solucionar los problemas que golpeaban a la tribu. Por supuesto, esta práctica grupal estaba exenta de violencia, tan solo las palabras de perdón y reconciliación estaban permitidas.
La psicóloga Gisela López, experta en terapia gestalt, añade que "el Ho’oponopono, igual que el Budismo, plantea que todos estamos interrelacionados y que, no solamente somos responsables de lo que nos pasa a nosotros, sino de lo que les pasa a los otros. Esto sería descabellado para alguien que no puede ver que todo lo que hacemos, de forma directa o indirecta, afecta también a las otras personas y, en esa medida, ellas pueden mejorar o empeorar sus vidas también".
¿Cómo poner en práctica esta técnica en el día a día?
López amplia su explicación y detalla varias fórmulas para aplicar esta técnica en nuestra rutina. En este caso, el lenguaje se torna indispensable. "Cada vez que te sucede algo que no te guste o un hecho que te haga sufrir, en lugar de intentar hacer algo para solucionarlo o ponerte a pensar en ello, di mentalmente o en voz alta: "Lo siento, Perdóname, Te Amo y Gracias". Lo puedes hacer pensando en el supuesto problema o simplemente mandándolo a la Divinidad". En resumen, la clave reside en repetir este mantra para alcanzar la paz interior.

Mediante el perdón y la reconciliación, las bases del Ho’oponopono, verbalizamos estas frases con una "actitud de serenidad, sin culpas ni exigencias", puntualiza la psicóloga. Al decir "lo siento" reconocemos nuestra responsabilidad. Por otro lado, solicitar el perdón "es una manera de pedir al Universo o a la Divinidad (como quieras llamarlo) que nos libere de las cargas que llevamos", un punto esencial para López. Finalmente, expresar un te amo "llenamos el vacío al quitar esas cargas de amor y compasión, dando paso a una energía de creación y abundancia", mientras que con un sencillo gracias mostramos "nuestra gratitud y nuestra fe en que todo saldrá para el bien de todos los involucrados".
Miriam Magallón, psicóloga clínica, nos permite llegar a una conclusión. El Ho'oponopono "es un método que nos enseña a amar nuestros problemas, conflictos, situaciones complejas o personas que nos afectan o perturban. Dejamos entonces de quejarnos, enfadarnos o culpar a otros para soltar y liberar las verdaderas causas que provocan sufrimiento o que atraen esas circunstancias a nuestra vida". En pocas palabras, aceptar que los problemas existen y no cargarlos sobre las espaldas es el inicio del camino para borrar y alejar estas emociones negativas.