Desayuno
Un lácteo desnatado –leche o yogur-, acompañado de té o café.
Un cereal: pan fresco, biscotes de pan, cereales y, ocasionalmente, galletas integrales.
Fruta fresca: una ración de fruta fresca ya sea un zumo natural recién exprimido o 1 ó 2 piezas de fruta.
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Comida
Primer plato: verdura fresca o una ensalada. 2 veces por semana tomaremos legumbres. 3 veces a la semana pasta, arroces y patata.
Segundo plato: carnes blancas, rojas –una vez por semana- y pescado. En esta comida se recomiendan los pescados azules, que tienen omega 3.
Postre: una fruta, un lácteo desnatado o una infusión.
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Cena
Primer plato: una ensalada refrescante.
Segundo plato: carnes blancas o pescados blancos –bajos en grasa- o huevos –no más de 3 huevos por semana-.
Postre: una pieza de fruta, un lácteo desnatado o una infusión.
En esta comida es muy importante evitar los carbohidratos.
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A media mañana y en la merienda
2 piezas de fruta –una en cada comida- y lácteos desnatados.
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Beber agua
Se recomienda tomar, como mínimo, 1,5 litros al día para eliminar toxinas y tener el metabolismo activo.
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