No es solo Madonna: Si te fijas bien, las mujeres están cambiado las reglas del juego en las relaciones de pareja

La diversidad de experiencias y perspectivas en las relaciones con diferencia de edad puede fomentar el crecimiento personal.
Diferencia de edad en pareja - Imagen: Getty Images

Las miradas indiscretas, los comentarios desagradables y las opiniones llenas de prejuicios son algunas de las barreras a las que se enfrentan las parejas con una gran diferencia de edad. En la actualidad, estas relaciones han dejado de ser un tabú. Aun así, siguen siendo un tema de interés que despierta curiosidad y nos lleva a buscar comprenderlas, ya que tendemos a pensar que la diferencia de edad en una pareja aumenta las posibilidades de divorcio o de ruptura.

Las razones detrás de este tipo de relaciones son tan diversas como las personas que las conforman. Para algunos, la diferencia de edad aporta una sensación de estabilidad o madurez emocional que puede ser difícil de encontrar en parejas de la misma generación. Una persona mayor puede ofrecer experiencia y perspectiva, mientras que alguien más joven puede aportar energía y una visión fresca de la vida. Esta complementariedad puede ser el cimiento de una conexión sólida y enriquecedora.

¿Por qué se forman estas parejas?

"Los datos en España nos dicen que tradicionalmente el hombre es mayor que la mujer en las parejas heterosexuales", dice el sociólogo Luis Ayuso. Lo normal es que en estas parejas exista una diferencia de edad entre uno y cuatro años. Los hombres se emparejaban históricamente con parejas un poco menores.

Sin embargo, las cuestiones amorosas también tienen que ver con la disponibilidad de los mercados de emparejamiento. Un ejemplo de esto es que cuando terminó la guerra civil española había muy pocos hombres casaderos, por lo que durante los años 40 hubo una situación dramática de soltería en muchas mujeres que necesitaban casarse, pero no había hombres con los que poder hacerlo. Esto dio lugar a que los hombres tuvieran más donde elegir a consecuencia de las asimetrías del mercado, y, por tanto, seleccionaban a mujeres más jóvenes que ellos.

Para poder analizar la diferencia de edad también es importante tener en cuenta las necesidades que se proyectan a la hora de buscar pareja. La mujer todavía sigue buscando una estabilidad, tanto económica como emocional, mientras que los hombres se fijan en el físico, es decir, se siguen patrones más tradicionales.

Charlotte Gainsbourg y William Hurt en una escena de la película "Jane Eyre" (1996) - Imagen: Michael Ochs Archives/Getty Images
Charlotte Gainsbourg y William Hurt en una escena de la película "Jane Eyre" (1996) - Imagen: Michael Ochs Archives/Getty Images

¿Qué pasa cuando la mujer gana más dinero que el hombre? ¿Cómo son las parejas en las que ella gana más? "La situación ya no es así, pero tradicionalmente el hombre era el que ganaba más dinero, o, incluso, el único miembro que trabajaba. Además, hay que tener en cuenta también que los hombres, en general, se emparejaban con mujeres de menor nivel educativo", explica Luis Ayuso.

Lo que sucede ahora es que las mujeres tienen más nivel educativo. En España, por ejemplo, ya hay más mujeres universitarias que varones. Cuando las mujeres van a buscar a hombres con más nivel educativo que ellas, no van a encontrar, y lo mismo ocurre a los hombres que buscan parejas de mayor nivel educativo porque tampoco encuentran.

"He analizado cómo se emparejan las mujeres que tienen mayores ingresos que los hombres en cinco países, y una de las cosas que nos llama la atención es que cuando las mujeres tienen más nivel educativo se emparejan con hombres más jóvenes", dice el sociólogo. Es decir, que cuando ellas pueden elegir en ese mercado, también deciden escoger parejas de menor edad. La fotografía general de la sociedad nos indica que cada vez es más habitual ver a mujeres mayores con hombres jóvenes.

Desafíos a los que se enfrentan

A pesar de que la diferencia de edad no tiene por qué ser un problema a la hora de elegir pareja ni determinar su bienestar, hay límites que generan controversia, como es el caso de una relación entre un menor de edad y una persona adulta. En estas situaciones es preciso buscar ayuda psicológica para el menor y entender las causas por las que decide establecer una relación tan desigual.

Sin embargo, según aumenta la edad, la diferencia entre dos personas adultas deja de ser tan importante. Por otro lado, en la era digital, las barreras generacionales se han diluido. Aunque estas relaciones pueden ser gratificantes, no están exentas de desafíos. Uno de los principales es el juicio social. Los prejuicios y estereotipos sobre las parejas con diferencia de edad pueden llevar a comentarios negativos, insinuaciones sobre motivaciones ocultas o rechazo por parte de familiares y amigos.

Esto puede crear presión en la relación, especialmente si las opiniones externas afectan a la autoestima de uno o ambos miembros. Por ello, la comunicación y la empatía son clave para manejar estas diferencias y encontrar un camino que funcione para ambos y garantice el funcionamiento de la relación a largo plazo.

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