Sabemos lo que pasa cada temporada (porque a nosotras también nos ocurre). Vemos los desfiles, nos enamoramos de muchas tendencias y acto seguido pensamos cómo llevar esto en la calle. Que si el vestido transparente de pasarela te parece divino pero inviable, o si te encanta el print de serpiente pero no sabes si va contigo... Tranquila, aquí estamos para hacer de traductoras. Esta primavera-verano 2025 viene con tendencias que no solo inspiran, también se pueden llevar sin morir en el intento. Tonos suaves que te iluminan la piel, tejidos que respiran verano y siluetas que dicen "hecho con mimo" sin parecer que has tardado dos horas en vestirte. Nada de complicarse.
Además, las marcas se han puesto las pilas. En Pull&Bear, por ejemplo, hemos fichado piezas que clonan el espíritu de las pasarelas y que puedes meter en el carrito desde ya. Y lo mejor: no necesitas ser estilista, influencer ni tener un vestidor de película. Con algunas claves bien apuntadas y un poco de inspiración, puedes adaptar las tendencias a tu día a día real, ese donde corres de un lado a otro, pero igual quieres verte (y sentirte) bien. Toma nota, inspírate y sobre todo, llévalo a tu manera.
1. Butter yellow: la dulzura se viste de luz

Hay colores que entran sin hacer ruido y se quedan contigo todo el verano. Eso es exactamente lo que le pasa al butter yellow o amarillo mantequilla: suave, elegante y mucho más favorecedor de lo que crees. En Zimmermann lo vimos en un look fluido, con trench y pantalón a juego, todo tan ligero que parecía flotar. Ideal para esos días donde no quieres complicarte, pero sí brillar con luz propia. Además, ya os contamos por qué el vestido amarillo es la elección más acertada para esta primavera/verano 2025.

¿La versión terrenal? Este set de camisa oversize y pantalón fluido en el mismo tono mantequilla que queda de cine. Perfecto para una tarde de terraceo, para viajar cómoda con estilo o incluso para ir a la oficina si le sumas un bolso estructurado. La mezcla es effortless total.
Cómo llevarlo: Llévalo en total look para el efecto “fashion sin esfuerzo”, o combínalo con blanco roto y accesorios dorados para que haga magia en tu piel.
2. New crochet: artesanía depurada

El crochet de este año no tiene nada que ver con el de aire boho de manual. En Elie Saab lo vimos convertido en prendas casi escultóricas, con tramas gruesas y siluetas definidas que daban ganas de tocarlas. Tejido sí, pero con mucha actitud.

¿Lo mejor? Esta marca lo trae con un conjunto en encaje frambuesa que no puede ser más verano. Co su top halter y el pantalón ancho, estás lista para salir a cenar, escaparte a la playa o marcarte un lookazo de festival.
Cómo llevarlo: Con sandalias planas, pendientes bohemios y pelo suelto. Si quieres una versión más arreglada, súmale unas cuñas de esparto y un clutch mini.
3. Modo cowboy contemporáneo

El estilo cowboy ha vuelto, pero se ha quitado el sombrero y se ha puesto una playlist de indie pop. En Isabel Marant lo vimos en clave festival: flecos, cuero suave, chalecos abiertos y mucha actitud. Un aire desértico, libre y sexy que se postula como uno de los imprescindibles de temporada. Os animamos a saber el motivo por el que la neurociencia confirma que nuestro cerebro ama las tendencias de moda.

¿Pero cómo lo llevas sin parecer que vas directa a una peli del oeste? Fácil gracias a esta marca española. Con un bolso de flecos en antelina marrón que lo dice todo. Lo combinas con unos jeans, un cinturón de tachuelas y una camiseta blanca, y ya tienes el gesto justo para un outfit con rollo.
Cómo llevarlo: Póntelo con básicos, dale protagonismo y deja que los flecos se muevan contigo. Si te atreves, súmale unas botas camperas.
4. Boho chic 2.0: romanticismo sin excesos

Olvida el boho cargado de collares, estampados cargados y excesos de más. Esta vez viene depurado, romántico y con mucho aire chic. En Chloé triunfan los tejidos etéreos, los bordados sutiles y los volantes que flotan. Nada forzado, todo muy "me he vestido en cinco minutos y he acertado".

Esta firma interpreta esta tendencia con un vestido floral con volantes que pide brisa marina y unas sandalias de ante para completar el look. Lo puedes llevar con moño bajo y piel luminosa para una cita o con una chaqueta vaquera si refresca por la noche.
Cómo llevarlo: Añade un bolso de rafia, pendientes largos y un labial coral. No necesitas más. Es el vestido que habla por sí solo.
5. Animal print (pero con nuevas reglas)

Los estampados animales se renuevan. Por ejemplo, en Roberto Cavalli el print de serpiente se lleva de pies a cabeza, en clave fluida y con ese punto sexy sin esfuerzo. Ya no se grita con animal print, se susurra. Y cuando se hace bien, es infalible.

En modo asequible, lo encuentras en forma de vestidos, bikinis o en esta cazadora corta con print felino que puedes combinar con cualquier look para levantarlo. Póntela sobre un vestido negro, con bermudas de lino o hasta con vaqueros rotos. El punto salvaje, en pequeñas dosis, funciona siempre.
Cómo llevarlo: Si vas con básicos, este print los transforma. Además, nos gusta su versión sport si lo combinas con prendas más athleisure. Por ejemplo, con unas zapas y una falda de tenis.
6. Polka dots con nueva actitud

Los lunares no fallan, pero este año vienen con un giro. Carolina Herrera los convierte en textura, con vestidos midi tejidos que mezclan lo clásico con lo cool. Es ese punto entre niña buena y chica atrevida que, bien jugado, te salva el look.

Y aquí la tendencia en versión ideal para todos los bolsillos: un vestido negro de lunares blancos, escote halter, corte limpio y largo perfecto. Es el típico modelo que puedes llevar al trabajo, a una cita, a una boda de día o a una comida de domingo. El comodín todoterreno.
Cómo llevarlo: Con mules minimalistas y bolso pequeño para algo más formal, o con alpargatas y trenza si quieres un aire más naif.