Palestina se cuela en los Premios Goya 2024 gracias a tres actrices valientes

Ana Belén, Alba Flores y Malena Alterio utilizan su fama, su poder y su pasado para luchar por un futuro más humano. 
goya 2023 Alba Flores

Más de tres meses, casi 30.000 personas asesinadas. Demasiados niños viviendo sin vida. Un pueblo entero masacrado. Culpables por todas partes. Inocentes en un rincón. La guerra entre Israel y Gaza, por llamarlo de alguna manera, está abriendo los ojos de mucha gente que hasta ahora, parecía dormida.

Uno de los mayores genocidios del siglo XXI -porque desgraciadamente no es el único- se observa desde lejos como si de una serie de Netflix se tratase. Pero es de verdad. Tan de verdad que duele y pesa, hasta para las estrellas mundiales. 

Mia Khalifa ya mostró su apoyo al pueblo palestino en su cuenta de X (antes Twitter): «Estoy junto a todas las personas que luchan contra la opresión, ahora y siempre. Soy del Líbano, estás loco si esperas que esté al lado del colonialismo». La hermanas Hadid han recibido amenazas por defender al pueblo palestino. 

Se comenta incluso que Susan Sarandon ha sido despedida por hablar a favor de Palestina. Una agencia de representantes ha despedido a la ganadora del Oscar a Mejor Actriz por Pena de muerte. Por condenar precisamente, la muerte innecesaria, cruel e irracional.  Resulta hasta irónico. 

«No tienes que ser palestino para que te importe lo que está pasando en Gaza. Yo apoyo a Palestina». Vaya, las palabras de la actriz han tenido que sentar realmente mal a sus representantes. Qué locura que una mujer con casi dos millones de seguidores en Instagram se posicione claramente en contra de una matanza. 

Afortunadamente al músico canadiense The Weeknd no le han despedido por compartir una imagen con el cartel "los palestinos permanecerán". Será porque la industria de la música va de otra manera. Será porque es un hombre. Un hombre negro que ha crecido en un mundo de blancos. Y sabe de lo que habla. 

Pero Susan Sarandon tiene ascendencia italiana, inglesa, irlandesa , galesa y alemana. También es de muchas partes y de ninguna. Como todos deberíamos ser. Personas que quieren ser sin importar el dónde sino el con quién. 

Y como Susan o Gigi, en España también hay mujeres valientes que se atreven a levantar un pelón la voz y aportar su granito de arena a una guerra que mucha gente inocente perdió hace tiempo. 

La paz es la única opción

La gala de los premios Goya también ha servido de altavoz para mover a las masas hacia el camino correcto, el de la paz. «Desde aquí queremos decir a las víctimas de violencia sexual que no están solas y que su testimonio es admirable y muy valiente. Que su valor para denunciar consiga que estas palabras se transformen en hechos. Aquí en el cine también se acabó». Ana Belén, presentadora de la de la trigésimo octava edición de los premios Goya, ha tocado todos los palos, incluyendo el clásico Me too, muy presente a lo largo de toda la gala. 

La responsable de que cada vez que nos digan no sé por qué te quiero nuestro cerebro responda automáticamente será que tengo alma de bolero también ha llevado una insignia en la que se podía leer "Stop comercio de armas. Alto el fuego en Gaza".

«Han muerto 30.000 personas asesinadas en Gaza y en estos tiempos oscuros cuesta a veces venir a celebrar algo, es muy contradictorio. Como sabemos que aquí hay un altavoz, que vienen autoridades... Ojalá recapaciten y desde el gobierno de este país se puedan hacer cosas también», ha dicho la hija del inolvidable Antonio Flores. El hombre que le enseñó a su hija antes de marcharse que en esta vida hay que ver la alegría, excarmentar de la experiencia, pero nunca, nunca más usar la violencia.

Ya en plena entrega de premios, la protagonista de Te estoy amando locamente ha necesitado solo ocho palabras para que el público caiga rendido a sus pies: «Buenas noches y paz para Palestina, por favor».

La ganadora del Goya a Mejor Actriz, Malena Alterio, tampoco ha querido dejar pasar la oportunidad de buscar en lo más profundo de nuestro ser, ese pequeño rastro de humanidad que seguro nos queda. 

La icónica Belén López Vázquez, la chica del montón "normal" que enamoró a Fernando Tejero en Aquí no hay quien viva (sin ser él nada de eso) se ha llevado su primer "cabezón" encarnando a Lucía en Que nadie duerma. Una muchacha del montón "normal" que pierde su trabajo como informática y decide dar un volantazo a su destino convirtiéndose en taxista. 

Y como ganadora y talentosa actriz que tuvo que abandonar su tierra natal por obligación y no por curiosidad, Malena ha querido ser la voz de aquellos que no la tienen recordando que la paz ni se vende ni se compra, viene dentro de nosotros, sin fecha de caducidad, a estrenar en cualquier momento.

«Le quiero agradecer este premio a mis padres, que son mi referente y mi guía. Ellos son militantes de la memoria histórica, de la convivencia y de la paz», decía antes de arrancar el aplauso de todos los allí presentes.

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