Si algo han hecho bien las redes sociales ha sido inculcarnos una rutina de belleza de diaria. Gracias a la insistencia de las creadoras de contenido, muchas mujeres hemos dejado de ver el skincare como una obligación para convertirlo casi en un hobbie donde encontramos un momento de relax para mantener nuestra piel luminosa e hidratada, libre de imperfecciones y arrugas. Pero... ¿realmente lo estamos haciendo bien? ¿Los productos y procedimientos que están siguiendo las influencers son acertados y beneficiosos para nuestro cutis?

Tanto por Internet como por redes sociales circula información en masa acerca del cuidado de la piel que, en ocasiones, puede ser difícil de comprender e incluso falsa. Es por ello que hoy hablamos con Alejandra Carratalá (@ale90cb), farmacéutica y experta en belleza, para que nos cuente cuáles son los errores más comunes que cometemos las mujeres a la hora de hacernos el skincare y cómo subsanarlos. De esta manera, aprenderemos a llevar una rutina de belleza correcta y saludable.
Los ocho errores más frecuentes en rutinas de belleza con los que la farmacéutica Alejandra Catalá se ha encontrado
1. Limpiar la piel solo con agua o con un producto que no sea específico para el rostro
Dice la experta en belleza que es crucial que tengamos en cuenta que el agua no es suficiente para retirar los restos de grasa y suciedad del rostro. “Debemos de utilizar un limpiador que sea para rostro y específico para nuestro tipo de piel”, explica. “Si utilizamos un gel de manos para limpiar el rostro, por ejemplo, es muy fácil que resulte demasiado agresivo y que nuestra piel acabe deshidratada”, continúa.
2. Utilizar todo lo que vemos en redes sociales
“Niacinamida, retinol, ácido hialurónico, ácido glicólico... Entiendo que tenemos a nuestro alcance una barbaridad de información y que podemos querer los beneficios de todos los activos, lo que nos puede llevar a hacer rutinas sin coherencia que no nos den ningún tipo de resultado”, advierte Alejandra Carratalá, quien también nos aconseja tener unos objetivos claros en cuánto a nuestra rutina para buscar los productos adecuados. Es decir, definir qué queremos mejorar, qué nos preocupa o qué necesidades tiene nuestra piel.
“Hay muchísimos productos que combinan activos interesantes, no hace falta tener en casa un sérum de cada uno y utilizar cuatro sérums en cada rutina, por ejemplo”, nos cuenta la farmacéutica. “Para mí, cuanto más sencilla sea la rutina, mejor. Y si necesitas ayuda, somos un montón los profesionales que te podemos ayudar”, expone.

3. Falta de constancia y paciencia
Alejandra Carratalá asegura haber visto muchos casos de abandono de la rutina por falta de resultados. Por lo que apunta que “tenemos que tener claro que para poder ver cambios en nuestra piel tenemos que tomar nuestra rutina como un hábito y tener paciencia, sobre todo cuando queremos ver reducidos los signos de la edad”. Por otro lado, la experta apunta que las rutinas demasiado largas tampoco ayudan a la hora de ser constantes con ellas. “Mi consejo es que si llevar una rutina larga supone cumplirla cuatro días de siete te pases a una rutina minimalista. Y si ya has establecido tu rutina con cabeza, acorde con tus necesidades y objetivos, tienes que serle fiel y evitar cambiarla a los 15 días porque no ves resultados”.
4. Utilizar activos a concentraciones altas para conseguir resultados rápido
“Sabemos que algunos ingredientes como el retinol o el ácido glicólico pueden ser mejor o peor tolerados según la concentración en la que estén presentes”, expone Alejandra, y añade: “Querer empezar a utilizarlos a concentraciones altas sin conocer la resistencia de tu piel por conseguir mejores resultados es un error que puede llevarte a incomodidad, irritación, descamación e incluso te puede generar una mancha si te expones al sol con la piel sensibilizada”.
“Mi recomendación es que si nunca has utilizado estos ingredientes, empieces con algo suave (0,1%-0,2% de retinol y ácido glicólico al 5%, por ejemplo) para que puedas evaluar la resistencia de tu piel y evites resultados indeseados. Recuerda seguir siempre las instrucciones de uso del producto en cuestión”, nos aconseja.

5. No utilizar protector solar en invierno
La farmacéutica dice que, cada vez, somos más conscientes de la importancia del uso del protector solar durante todo el año para cuidar la salud de nuestra piel con el fin de prevenir la aparición de manchas y de signos de la edad. Alejandra comenta que a pesar de que el sol es el factor externo que más envejece nuestra piel, sigue viendo a diario muchos casos en los que la aplicación de un protector solar en invierno resulta impensable.
“Es cierto que muchas veces no aplicamos este producto porque nos produce sensación de incomodidad: la textura puede ser demasiado densa, tener acabado blanco o graso. Hoy en día tenemos en el mercado una barbaridad de protectores solares entre los que elegir que son ligeros, invisibles, que no pican en los ojos... Sólo se trata de encontrar el que más se ajusta a nuestros gustos y necesidades”, nos explica la farmacéutica. “El protector solar es básico en cualquier rutina de cuidado facial durante todo el año, aunque la radiación en invierno sea menor que durante los meses de verano”, vuelve a insistir.
6. Orden incorrecto en la aplicación de los productos
“Aplicar los productos incorrectamente puede ser la causa por la que no estás viendo resultados. Sobre todo hay cierta confusión en cuándo aplicar el sérum, la crema y el protector solar”, cuenta Alejandra Carratalá sobre uno de los errores de belleza más comunes con los que se encuentra. “Primero, aplicaremos el sérum, que suele ser el producto más ligero; después, la crema; y por último, el protector solar.
“El protector solar siempre será el último producto de tu cuidado facial, después ya iría el maquillaje”, detalla la experta en belleza.

7. No hidratar la piel
Según Alejandra Carratalá, muchas personas de piel grasa piensan que la aplicación de una crema les producirá más grasa, incomodidad y granitos; pero no tiene por qué ser así.
“La piel necesita hidratación. Eso sí, una hidratación adecuada según el tipo de piel. En pieles grasas concretamente, añadir una crema que hidrate y matifique puede resultar un gran alivio. Sobre todo, para controlar los brillos durante el día”, aconseja.
8. Confiar en remedios caseros porque se perciben más fiables y efectivos
Alejandra Catalá nos avisa de que, por ejemplo, un cítrico puede ser muy saludable para nuestro organismo, pero una mascarilla hecha en casa a base de limón para aclarar las manchas puede terminar en quemadura. “A veces, lo barato sale caro”, insiste la farmacéutica y añade: “La cosmética es segura y tenemos un montón de productos en el mercado entre los que elegir para encontrar el que más se ajusta a nuestros gustos y necesidades. No recomiendo para nada este tipo de recetas caseras de cuidado facial si te preocupa la salud de tu piel y quieres los mejores resultados”, concluye.