"La belleza es armonía", asegura la doctora Marta García Redondo (calle del Príncipe de Vergara, 77, Madrid), cirujana plástica especializada en la cirugía de mama. Eso sí, "para que algo armónico sea bello, debe tener algo especial", añade.
¿Cómo podemos conseguir con medicina estética la belleza en armonía?
Conseguir algo bello no quiere decir conseguir algo absolutamente perfecto. La medicina estética hoy en día consiste en prevenir, tratar y mejorar lo que tenemos, pero sin dejar de ser uno mismo.
Como cirujana, a la hora de conseguir resultados deseados, he de decir que en algunas ocasiones cuanta más agresividad técnica podamos emplear, mejores resultados vamos a conseguir.
Pero también me gustan mucho los tratamientos no invasivos porque hay determinados pacientes, como los jóvenes, que no necesitan recurrir a la cirugía para mejorar el estado de la piel.

Hoy en día se habla mucho de la "huella estética", es decir, la marca que pueden dejar los tratamientos de medicina estética en un rostro a largo plazo.
Los cirujanos plásticos lo llamamos "el estigma estético". Por ejemplo, si un paciente después de hacerse un lifting presenta lóbulos alargados, se hace evidente que ha tenido lugar esta cirugía y por tanto le estigmatiza.
Tanto la medicina estética como la cirugía bien hecha no tienen que dejar estigmas. Si nosotros hidratamos un labio, este se tiene que ver sensual, jugoso, bonito y natural, pero no puede desentonar en la cara. Si excede las proporciones armónicas, estamos ante un estigma estético.
La clave es prevenir, pero ¿no cree que hoy en día empezamos demasiado pronto con los tratamientos médico-estéticos?
Creo que en nuestra profesión es mucho más difícil decir que no que decir que sí. No está mal que se empiece a prevenir muy pronto, pero hay que saber cuándo decir "no". El éxito de un tratamiento empieza con la indicación. Si indicamos mal, el resultado no va a ser el que buscamos.
¿Has tenido que decir "no" a tus pacientes?
Sí, muchas veces. Siempre he intentado ser muy honesta: lo más importante para un médico es sentir que hace siempre lo mejor para su paciente.
Dices que tu especialidad, la Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, es la más bonita que hay.
Sí, porque creo que con ella somos capaces de hacer felices a las personas. Hay personas que denostan esta especialidad porque creen que es superficial, pero no es así: al final, la dificultad, el reto y lo bonito de mi trabajo es conseguir que algo que está bien sea incluso mejor. Mi objetivo en cada cirugía que abordo es hacer algo naturalmente bello que roce la perfección.
En la consulta también trabajas con la plataforma InMode.
Sí, estoy muy contenta porque creo que el ultrasonido bien empleado e indicado funciona genial, tanto en su variante menos invasiva como Forma, como en su variante Morpheus8, que me ha parecido una auténtica revolución, por ejemplo, para tratar marcas de acné. La plataforma FaceTite para los grados de flacidez muy visibles también es extremadamente útil.