Sulfatos, parabenos o siliconas: desmontamos los mitos sobre los químicos en el cuidado capilar

La etiqueta ‘sin’ se ha vuelto muy popular en los productos para el cuidado del cabello, pero, realmente, para qué sirven los parabenos, los sulfatos y las siliconas. Te lo contamos.
Sulfatos, parabenos o siliconas: desmontamos los mitos sobre los químicos en el cuidado capilar

Sin sulfatos, sin parabenos, sin siliconas… Los champús fueron los primeros en comenzar a lucir etiquetas ‘sin’. Después de ellos, llegaron las mascarillas, los acondicionadores y otros productos capilares. ¿Pero por qué tienen esa mala fama?

Dos caras de la moneda

Todas estas sustancias se han convertido en los enemigos número uno de nuestras melenas, pero antes de escoger un producto que no las incorpore, es imprescindible entender qué son. "Las siliconas son un excelente aliado a la hora de conseguir un pelo brillante y sedoso, pero pueden acabar dañando el cabello", explica Antonio Ortega, dermatólogo de Clínica Menorca, en Madrid.

Estos activos crean una especie de película protectora en cada una de las fibras capilares, alisándolas y sellando las cutículas que las forman. 

"El resultado es una melena suave, sin encrespamiento, con puntas en buen estado y llena de brillo. Además, ese film protector ayuda a cuidar el cabello frente a la acción de agentes externos como las temperaturas extremas (frío o calor), el viento o el cloro y el salitre, tan peligrosos para el pelo durante la época estival", añade el experto. Pero también tienen un lado oscuro.

Sulfatos

"Son sustancias detergentes y surfactantes, presentes en champús como espumante cuando entran en contacto con el agua. Si se aclaran muy bien no tienen por qué presentar mayor peligro, a menos de que tu piel tenga una mala reacción. 

Sin embargo, una persona que ya tenga el pelo seco o dañado también debe considerar evitar champús y otros tratamientos con sulfatos. Tienden a resecar la piel y el folículo, con lo cual en los cabellos y cueros cabelludos secos y/o sensibles sería mejor evitarlos", explica Antonio Ortega.

Los champús con sulfatos tienden a resecar la piel y el folículo - Launchmetrics Spotlight

Son capaces de eliminar la grasa, así que funcionan muy bien, sobre todo en cabellos grasos, pero también pueden afectar de forma negativa a los lípidos naturales del pelo. "Estos conservantes químicos pueden provocar deshidratación, sequedad e irritación, sobre todo si se utilizan a diario", añade Ana Lérida, de Anara by Ana Lérida, en Barcelona.

Parabenos

"Son conservantes que evitan la proliferación de bacterias y microorganismos que son los responsables de que los productos se contaminen. Es decir, protegen el producto y hacen que sea seguro desde el punto de vista microbiológico. No suponen ningún riesgo para la salud capilar. No provocan la caída del pelo ni ninguna otra reacción adversa. 

Pueden provocar en algunas personas reacciones alérgicas igual que a otros productos químicos presentes. Hay que ser especialmente cuidadosos en su uso en casos de dermatitis de contacto, enrojecimiento, inflamación, picor, dolor en la piel, tirantez, sequedad. 

Los parabenos pueden provocar en algunas personas reacciones alérgicas - Vincenzo Grillo

Si al usar un producto capilar, notamos alguna reacción, que puede ser a los parabenos o a algún otro componente, hay que dejar de utilizar el producto y consultar con un especialista", explica Antonio Ortega.

Siliconas

"Tras utilizarlas, la melena se ve brillante y suave. Sin embargo, es un espejismo, ya que con el uso prolongado, lo que producen es deshidratación", señala Rafael Bueno, de Rafael Bueno Peluqueros, desde Málaga.

"Las hay de dos tipos: hidrosolubles y no hidrosolubles. Las primeras se eliminan con el agua, las segundas son más dañinas y provocan problemas. Son difíciles de eliminar y pueden producir deshidratación y rotura o bien de exceso de sebo. 

Con el uso prolongado de siliconas puedes sufrir deshidratación - Francesca Babbi

Si se utilizan, recomiendo realizar un lavado profundo o un peeling capilar para retirarlas completamente. Son un arma de doble filo: protegen de agresiones, pero facilitan que el pelo se reseque o que el cuero cabelludo se irrite", explica Manuel Mon, de Manuel Mon Estilistas, desde Oviedo.

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