Todas queremos lucir un cabello bonito, sano y con mucha vida. Para conseguirlo, es imprescindible apostar por un champú específico, el que mejor se adapte a nuestro tipo de pelo. Por eso, ha llegado el momento de hablar sobre los sulfatos, los parabenos y los siliconas. Te contamos todo lo que necesitas saber.
Los expertos están de acuerdo: lo barato sale caro. "Está comprobado que el uso continuado de champús convencionales satura tanto el cuero cabelludo como el propio cabello, haciéndole perder brillo y vitalidad. Ello es debido a que estos productos a menudo incluyen componentes químicos que resultan nocivos. Eliminando los compuestos tóxicos de la composición del champú, no solo se obtienen los mismos resultados que con uno convencional, sino que además estaremos cuidando nuestro cabello y nuestra piel. Las propiedades de sus ingredientes naturales resultan muy beneficiosas para el cabello, ya que no deterioran el cuero cabelludo y ayudan a regenerarlo, además de protegerlo de los contaminantes ambientales", explica Marina Morán, directora de la firma capilar Naturalmente España.
"Es cierto que ya existe una creciente preocupación no solo por el planeta, sino también por nuestra salud. No hay más que ver cómo han aumentado la cantidad de productos naturales y orgánicos. Sin duda, debemos alejarnos de aquellos factores que afectan al medio ambiente y que suponen un potencial riesgo para la salud de las personas", añade María Pérez de Villaamil, directora de CentroMem.
Parabenos, sulfatos y siliconas: ¿de verdad son tan malos?
Los expertos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) explican en un informe que los parabenos son sobre todo, eficaces frente a hongos y levaduras, pero también frente a bacterias esenciales en la fórmula. Son necesarios para asegurar la calidad microbiológica y proteger de esa manera al consumidor que usa ese producto. Además, los expertos de la AEDV destacan que los parabenos presentan las tasas de sensibilización más bajas dentro de los conservantes más comunes.
En cuanto a las siliconas, hay que destacar que existen dos tipos: las solubles y las no solubles. Si el champú contiene siliconas no solubles, producirá deshidratación, ya que destruye los aceites naturales del pelo. Sin embargo, las siliconas solubles se van con el lavado.
¿Y qué pasa con los sulfatos? "Me posiciono particularmente en contra de los champús sin sulfatos", señala Álex Sestelo. "Pese a la creciente oferta en el mercado cosmético de este tipo de productos capilares, considero que los sulfatos no solo no son nocivos, sino que ciertos sulfatos son útiles, en algunos casos necesarios y, sobre todo, seguros. Lo contrario llevaría a desacreditar tanto al sector cosmético como a las autoridades sanitarias. Los sulfatos son tensioactivos, es decir, que tienen la capacidad de solubilizar las sustancias grasas en agua. De esta forma, la materia grasa se emulsiona con el champú y el agua y es arrastrada con el aclarado. Por sí mismos, no son tóxicos ni peligrosos. Sin embargo, no todos los sulfatos son iguales y hay que saber distinguir entre el tipo de sulfato que contiene el champú, ya que los hay con una acción limpiadora muy alta y puede dejar reseco el cabello y el cuero cabelludo. De hecho, hay champús con sulfatos formulados para cueros cabelludos sensibles, reactivos e incluso con dermatitis seborreica", añade el experto. "Elegir un champú con sulfatos es en ocasiones completamente necesario. Por ejemplo, puede ser conveniente para limpiar bien el cabello si se utilizan lacas, espumas, gominas o geles de peinado de fijación fuerte. De no limpiar el cabello en profundidad, podría acarrear incluso consecuencias para la salud capilar", concluye.
Cabe destacar que todos los productos que se lanzan al mercado han pasado por exhaustivos controles de calidad, por lo que su uso es totalmente seguro. Sin embargo, si quieres optar por un champú sin siliconas, sulfatos y parabenos, aquí encontrarás las mejores opciones.
Aveda
Este ligero champú sin sulfatos y sin silicona exfolia con suavidad, purifica y regenera el cabello y el cuero cabelludo, dejando el pelo limpio y ligero (32,99 €).

Briogeo
Este tratamiento para el cuero cabelludo con pH equilibrado está formulado con un complejo único de aceite de árbol de té, biotina, pantenol y hamamelis (45,99 €).

Christophe Robin
Este tratamiento de limpieza delicadamente espumoso desenreda el cabello ondulado y rizado mientras le infunde una ligera dosis de hidratación desde la raíz hasta las puntas (31,99 €).

Igk
Con una tecnología patentada con complejo de ácido hialurónico y leche de coco, este champú suavizante controla el frizz y protege contra la humedad sin apelmazar el cabello (30,99 €).

Naturalmente
Tratamiento 100 % natural de base vegetal y activos naturales. Permite reconstruir el cabello dañado por el uso de tratamientos químicos, ideal para eliminar las toxinas acumuladas por hiperhidrosis depurando la piel intoxicada (22 €).

Rahua
Formulado con ingredientes de origen natural, da cuerpo y volumen al cabello para aportarle atractivo (35,99 €).

Sephora
Champú fortificante, enriquecido con biotina, que fortalece y repara de raíz a puntas (9,99 €).

Virtue
Limpia suavemente el cuero cabelludo y elimina los residuos. Lava el cabello y lo vuelve más sedoso (44,99 €).

Wella Professionals
Está formulado con un 91% de ingredientes de origen natural, sin sulfatos ni siliconas (27,99 €).
