No es nada nuevo: el pelo sufre mucho en verano. Sobre todo, si está decolorado. "El verano puede dejar nuestro cabello dañado y deshidratado debido a la exposición al sol, el cloro de las piscinas y la sal del mar", detallan los expertos de Alfaparf Milano y no les falta razón. En mi caso, el verano empezó a principios de junio (ya que vivo en una zona costera) y mis mechas notaron, de inmediato, la llegada de la nueva estación.
A finales de primavera, decidí dar un toque de luminosas a mi cabello natural castaño oscuro con unas mechas de color miel en formato babylights, las mechas que añaden volumen al pelo fino como el mío. Nada más ver mi esplendorosa melena lo tuve claro: mi pelo iba a necesitar mucho mimo durante el verano, tanto para mantener el color como para no debilitarse en exceso. Poseer una melena larga con mechas requiere un cuidado intensivo y yo estoy dispuesto a dárselo sin queja alguna.

En otras épocas de mi vida ya he llevado mechas y sé que las mascarillas con color son mis grandes aliadas para alargar las visitas a la peluquería sin que la decoloración adopte un matiz extraño. En esta ocasión, decidió dar una oportunidad a la Color Depositing Mask de Morrocanoil en la versión lilac y estoy plenamente satisfecha con el resultado.

De acuerdo con la marca, estamos ante una fórmula que "deposita pigmentos puros mientras proporciona los beneficios de tratamiento de una mascarilla acondicionadora profunda". El tono lila ayuda a matizar y neutraliza los tonos amarillos, naranjas y cobrizos. En función del tono base de cada cabello, las mechas tienden a adoptar un matiz u otro. Mi cabello es cálido y las tonalidades cobrizas y naranjas aparecen con mucha facilidad. Esta mascarilla ha logrado que mis mechas doradas no estén anaranjadas pese a las horas de sol y al impacto de la sal o el cloro. Por supuesto, siempre intenso colocar una barrera física en mi melena, como una gorra o un pañuelo.
Además de mantener mis mechas on point, mi cabello está saludable, manejable y no muestra puntas abiertas ni un encrespado dramático (al fin y al cabo, la humedad hace de las suyas, pero está bastante controlada). Morrocanoil apunta que esta mascarilla aporta reflejos ligeramente lilas, algo que no ocurre en mi melena porque no tiene un rubio tan claro y, por lo tanto, no absorbe tanto este matiz.

El modo de uso de la mascarilla que mejor me funciona es en seco. De forma cuidadosa, aplico esta mascarilla a lo largo del pelo seco -sin tocar la raíz- y dejo reposar durante unos 5 minutos (cuanto más tiempo actúa el producto, más se notará el color). Tras este tiempo, lavo mi cabello con normalidad y sello con una capa de aceite nutritivo y de protector del calor. Si deseo que mi melena luzca impoluta, retiro toda el agua con secador. En cambio, si no busco un resultado profesional, tan solo uso el secador unos minutos para extraer la humedad de las raíces. Lucir una melena de diez también supone intentar limitar el uso de herramientas de calor en la medida de lo posible. Si las empleamos a diario, hacerlo siempre con una capa protectora.
El precio de la Color Depositing Mask de Morrocanoil varía en función de la plataforma de compra, pero suele rondar entre los 30 y los 40 euros. En Druni, por ejemplo, está de oferta y su coste baja de los 34 euros a los 30,99 euros. En Miravia, en cambio, el precio es de 33,28 euros.
Otras mascarillas de distintos precios que he usado este año y que tienen mi aprobado

Mascarilla nutritiva Soulfood de Amika. Precio: 20,99 euros en Sephora.

Mascarilla Adiós Daños de Garnier Fructis enriquecida con aceite de marula. Precio: 3,22 euros en Amazon.