El envejecimiento siempre ha sido uno de los puntos que más ha obsesionado a la humanidad a lo largo de la historia. Desde la leyenda de la fuente de la juventud hasta los tan demandados en la actualidad retoques estéticos para retrasar los signos de la edad en nuestro rostro y cuerpo, la batalla contra el envejecimiento lleva librándose durante siglos.
A día de hoy tenemos mucho más conocimiento sobre el envejecimiento que hace años gracias a la comunidad científica y sus investigaciones. Lo que también ha ayudado a crear los llamados productos antiedad, que contienen compuestos que ayudan a suavizar -que no frenar- los signos del envejecimiento: cremas, sérums, mascarillas, suplementos bebibles... Hay todo tipo de productos para combatir el envejecimiento en el mercado.
Las dos edades de nuestra vida a las que más envejecemos

Pero no ha sido hasta ahora que los científicos han podido afirmar con seguridad que el envejecimiento no es lineal. Así lo han explicado un grupo de científicos en un artículo publicado en la revista académica Nature Aging, titulado "Dinámica no lineal de los perfiles multiómicos durante el envejecimiento humano". En él los investigadores, científicos de la Universidad de Stanford y de la Universidad Tecnológica de Nanyang (Singapur), monitorizaron durante años las moléculas de 108 personas de entre 25 y 77 años.
Su objetivo estaba claro: ver cómo cambiaban el ARN, las proteínas y el microbioma de los participantes durante los años que les monitorizaban, para ver así cómo envejecían. Pues bien, el resultado que arrojó este estudio señalaba que este envejecimiento no era gradual ni lineal, sino que tenía varios picos. Así, explican en su artículo, hay dos puntos álgidos del envejecimiento en el cuerpo humano: uno a los 44 años y otro a los 60. Siendo así estas dos edades las que marcan un aumento de los signos de la edad en el cuerpo y rostro.

Por qué envejecemos más a los 44 y a los 60 años
"No cambiamos gradualmente con el tiempo, sino que hay algunos cambios realmente dramáticos" afirmó a la CNN Michael Snyder, jefe del departamento de Genética de Stanford y uno de los autores del estudio, "resulta que mediados de los años 40 es una época de cambios dramáticos, al igual que principios de los 60, y eso es cierto sin importar qué clase de moléculas observemos".
"La gente suele sufrir lesiones musculares y ver cómo su acumulación de grasa se dispara a los 40 (en relación con el metabolismo de los lípidos), y definitivamente la sarcopenia (pérdida de masa muscular) afecta a la gente a los 60: esto es algo muy importante" completó el científico.
