Una de las melenas más deseadas del star system es la de Blake Lively. Desde que la californiana saltara a la fama gracias a interpretar a Serena van der Woodsen en "Gossip Girl", su icónico cabello rubio ha ocupado innumerables titulares alrededor del mundo. Largo XXL, volumen envidiable, una textura desenfada y un precioso color rubio surfero definen la melena de Lively, que es pura actualidad tras el estreno de "Romper el círculo", una película especialmente polémica.
La actriz ha sido una de las últimas famosas en lanzar una línea de productos capilares, "Blake Brown". Esta selección de champús, mascarillas y productos sin aclarado ha dado mucho de qué hablar en redes sociales por un sencillo motivo: no hay ni rastro de acondicionador. Tal como relevan en el medio Daily Mail, Lively explica que "no conoce a nadie" que use acondicionador en la industria del entretenimiento.

"La gente piensa que las mascarillas para el cabello son más un producto especial o un tratamiento único", "pero las uso cada vez, como uso el acondicionador", añade en su explicación. ¿Dejar a un lado el acondicionador es la clave para una melena de escándalo como la de Blake o se trata de una estrategia de marketing para que el nombre de la marca de la actriz epicentro de debate? E aquí la gran pregunta.

Los expertos de Wella Professionals destacan que "uno no es mejor que el otro. Toda rutina de cuidado del cabello necesita tanto un acondicionador como una mascarilla, porque cada producto ofrece sus propios beneficios". De acuerdo con sus declaraciones, debemos usar acondicionador cuando "el cabello necesita una hidratación ligera", mientras que la mascarilla es idónea para el pelo que "necesita un cuidado intensivo adicional".

Además, los expertos de Salón Secret agregan que "lo óptimo es usar mascarilla capilar una vez a la semana o, si tienes el cabello muy seco o dañado y lo lavas todos los días, podrías usarla hasta 2 veces por semana, cada 3-4 días. La receta perfecta es combinarla con el uso del acondicionador".
Entonces, ¿qué hacemos nosotras con toda esta información? Muy sencillo: acudir a nuestro estilista capilar en búsqueda de un asesoramiento personalizado. Al fin y al cabo, cada melena es un mundo y requiere un trato especial.