Insulina
Cuando los niveles de insulina se elevan, se paraliza la quema de grasas. La clave para mantener a raya la insulina es controlar el consumo de hidratos de carbono y de azúcares, ya que hacen que se segregue gran cantidad de esta hormona. Además, el cuerpo deja de recurrir a las grasas acumuladas para obtener energía y recurre al azúcar, evitando que se pierda peso. Hidratos de carbono de bajo índice glucémico y ejercicio de alta intensidad son básicos para tener controlados los niveles de esta hormona. Y ademásHormonas y quema de grasas
Leptina
La leptina influye en el control del apetito. Las grasas pueden activar una resistencia a esta hormona, bloqueando su acción positiva sobre el organismo y generando la sensación de necesidad de alimentos grasos y calóricos. La manera de combatir la resistencia a la leptina es con una dieta sana y ordenada y ejercicio. Y ademásHormonas y quema de grasas
Cortisol
El cortisol es también conocido como la hormona del estrés. Cuando sus niveles son elevados, se reduce la quema de grasas y nuestro cuerpo demanda hidratos de carbono y alimentos pesados. Para mantener baja esta hormona, es necesario descansar bien, evitar el estrés, no sobreentrenar y consumir vitamina C y E (frutas y verduras) y omega 3 (presentes en pescados azules como atún, salmón y sardinas). Y ademásHormonas y quema de grasas
Serotonina
La serotonina tiene un efecto relajante y reduce la sensación de apetito. Para aumentar la serotonina debemos tomar alimentos ricos en vitamina B, como las espinacas y los espárragos. Y ademásHormonas y quema de grasas
Hormona del crecimiento
La hormona del crecimiento ayuda, a largo plazo, a quemar grasas. Para estimular su producción, debemos recurrir a entrenamientos intensos, tratar de dormir las 8 horas recomedadas por los expertos y reducir el consumo de hidratos de carbono. Y ademásHormonas y quema de grasas
