Todo tiene su lado bueno y su lado malo, encontrar el equilibrio es la clave para alcanzar el bienestar. Bajo esta filosofía se asienta la dieta macrobiótica. Para llevar una alimentación sana y equilibrada es esencial mantener unos hábitos saludables. Arroz, cebada, maíz, trigo, frutas, verduras y carnes magras, pollo y pescado sin piel. Estos son los alimentos recomendados en esta dieta. Más que una dieta para perder peso es un plan para comer sano y llevar una alimentación naturista y de inspiración “zen”: sentirse en contacto con el entorno y la naturaleza es una premisa básica de esta dieta. La dieta macrobiótica divide los alimentos en dos tipos. Los alimentos yin (son los pasivos, los que aportan una energía fría y debilitante como el azúcar, la miel, las frutas tropicales, las patatas, el ajo, las berenjenas, los lácteos y el alcohol) y los alimentos yang (aportan una energía tonificante y positiva, son, por ejemplo, los cereales, las legumbres, el pescado, la carne magra, las verduras…). Sin embargo, las verduras y hortalizas que se recomiendan son las que se han plantado en huertos caseros, tratadas sin pesticidas y de la manera más natural posible. No hay duda de que propone una alimentación sana y que desecha los alimentos nocivos para el organismo. Además, también nos hace ser conscientes de que cuerpo y mente requieren un equilibrio y nos ayuda a entrar en contacto con la medicina natural y los remedios tradicionales. Sin embargo, también es incompleta y nuestro organismo puede acusar la falta de algunos nutrientes y componentes básicos. Te contamos algunas desventajas de esta dieta en nuestra galería “Inconvenientes de la dieta macrobiótica”.
Dieta macrobiótica: alimentos yin y yang
Todo tiene su lado bueno y su lado malo, encontrar el equilibrio es la clave para alcanzar el bienestar. Bajo esta filosofía se asienta la dieta macrobiótica.
