Britney Spears: la mutación física que escondía un descalabro emocional

La que fuera la gran princesa del Pop ha cambiado considerablemente de físico desde sus inicios en la adolescencia hasta la actualidad. Repasamos sus cambios más icónicos.
Britney Spears: la mutación física que escondía un descalabro emocional

Mucho ha llovido desde que en 1998 una joven Britney Spears saltase a la fama vestida de colegiala mientras presentaba al mundo el himno Baby One More Time. Por aquel entonces, su imagen catalogada como naif y sus coreografías pegadizas lograron crear un efecto catalizador en la industria musical devolviendo al género pop a su época dorada. La maquinaria de hacer dinero se había puesto en marcha y éxito tras éxito, la cantante logró coronarse como la nueva 'Princesa del Pop'. Muchas artistas intentaron destronarla en los años siguientes, pero pocas lograron elevar su imagen hasta la categoría de iconicidad, hito del que la cantante puede presumir orgullosa.

Instantáneamente Britney se convirtió en todo un icono para millones de jóvenes de todo el mundo. Sus atrevidos y a la vez juveniles looks compuestos por crop tops y pantalones de tiro bajo o sus rubias y llamativas mechas fueron algunas de las señas de estilo que la intérprete de Womanizer logró perpetuar pasadas dos décadas. Sin embargo, su éxito global trajo consigo un cambio físico más que notable desde entonces, una transformación que siempre ha estado sometido al escrutinio público extenuante.

La presión de la fama, los continuos escándalos y su trágica ruptura con Justin Timberlake, que por aquel entonces era líder de una de las boy band del momento (Nsync) fueron el punto de inflexión que perpetuó el declive de la Princesa del Pop. Hacia 2007, el año que tocó fondo, la cantante acaparó todas las portadas de los medios de comunicación tras las salidas nocturnas desenfrenadas, consumo de sustancias nocivas, entradas y salidas a centros de rehabilitación y una descuidada apariencia personal. Ese mismo año protagonizó el famoso episodio donde se rapaba a sí misma, el cual sirvió como precedente para ser catalogada como una de las famosas peores vestidas del star system. Después de aquel suceso, Britney Spears resurgía y lograba colocarse en un plano mucho más discreto para la prensa amarillista.

Sin embargo, su vuelta a los escenarios, que oficializó con un show en los MTV Vídeo Music Awards de 2007, no tuvo el éxito que esperaba. La cantante fue víctima de burlas por su notorio sobrepeso y un playback más que vidente. Un tormentoso panorama al que se sumó la pérdida de la custodia de sus hijos, tras revelarse que sufría trastornos de personalidad y que propiciaron que la artista descuidase aún más su físico.

A pesar de haber vivido momentos complicados, Britney ha sabido resurgir y dejar atrás toda una vida llena de polémicas y excesos para centrarse en sus hijos y en llevar una vida sana. Ahora, a sus 38 años, la cantante estadounidense ha sufrido una muy notable transformación física y ha encontrado en el ejercicio y la rutina deportiva un estilo de vida saludable que además le ha permitido mejorar su físico.

'Britney está calva'

En 2007, la cantante protagonizó una de las crisis más sonadas en el mundo artístico. Ese momento inmortalizado por los paparazzi en el que Britney toma una maquinilla para rasurarse el pelo marcó un antes y después en su vida, tanto privada como pública.

Un regreso fallido

Su vuelta a los escenarios, que oficializó con un show en los MTV Vídeo Music Awards de 2007, no tuvo el éxito que esperaba. Por lo contrario, la cantante fue víctima de burlas por su playback más que evidente

Nace la Princesa del pop

En 1998 una joven Britney Spears saltase a la fama vestida de colegiala mientras presentaba al mundo el himno Baby One More Time. Por aquel entonces, su imagen naif así como sus coreografías pegadizas la valieron para ganarse el título de la ‘Princesa del pop’ de la última década

La niña buena de la industria musical

La cantante irrumpía en los hogares de todo el mundo con un aspecto inocente y al mismo tiempo provocativo. Era la chica perfecta que ponía de moda todo lo que colgaba de su armario como los crop tops básicos, estampados florales y ropa deportiva.

Su metamorfosis en 'sex symbol'

Con la llegada de su tercer disco, Spears se deshacía de cualquier vestigio de niña buena e implantaba la tendencia del pantalón de tiro bajo con campana.

La nueva Britney Spears

La estadounidense ha sufrido una muy notable transformación física y ha encontrado en el ejercicio y la rutina deportiva un estilo de vida saludable que además le ha permitido mejorar su físico.

Más que un icono

Cuando comenzó su carrera como cantante, Britney Spears se convirtió en una verdadera sex symbol. Con su rubia melena y su curvilíneo cuerpo, enamoró a millones de hombres e impuso su estilo entre las adolescentes.

Britney Spears - Imagen: Frank Micelotta/Getty Images
Britney Spears - Imagen: Frank Micelotta/Getty Images

Un aspecto desaliñado

La cantante acaparó todas las portadas de los medios de comunicación tras las salidas nocturnas desenfrenadas, consumo de sustancias nocivas, entradas y salidas a centros de rehabilitación y una descuidada apariencia personal

Fiel a su estilo

Después del famosos suceso donde se rapaba la cabeza, Britney resurgía y lograba colocarse en un plano mucho más discreto para la prensa amarillista que parecía no obsesionarse con su figura, sus hijos o sus descuidos cuando salía de fiesta.

Vida 'fitness'

Alrededor de 2016, durante su residencia en Las Vegas la intérprete de Toxic se metía de lleno en el mundo del fitness y volvía a recuperar su envidiable figura que se convertía de nuevo en protagonista de numerosas portadas en todo el mundo.

Morena

Britney Spears acudió con su pareja Sam Asghari en los Beauty Awards, dejando atrás a su característica melena rubia a castaña.

Recomendamos en