Tal como detalla la psicóloga Montse Bascuas en un artículo sobre la gordofobia publicado en ITA Salud Mental, estamos ante "todas aquellas prácticas, discursos y acciones que burlan, marginan, estereotipan, prejuzgan, rechazan e implican la obstaculización o vulneración de los derechos de las personas bajo el pretexto de la gordura". En otras palabras, "la gordofobia es el odio, rechazo y violencia que sufren las personas gordas por el hecho de ser gordas".
Además de ser una fobia muy extendida, es "una discriminación estructural y sistemática" que parece no tener fin en nuestra sociedad. Pese a que varios colectivos dediquen todos sus esfuerzos en luchar contra este fenómeno, todo apunta a que la mentalidad de la sociedad sigue atascada en los años 90, cuando los cuerpos hiperdelgados eran el sueño a alcanzar. Una tendencia que sigue muy viva en pleno 2024, aunque movimientos como "body positive" intenten dar un giro a este patrón.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición puntualiza en un análisis de la prevalencia de obesidad que "un estudio sobre obesidad en personas adultas señala que un 55,8% de la población mayor de 18 años residente en España en 2020 presenta exceso de peso, un porcentaje que se sitúa en un 18,7% referido a la obesidad, y en un 37,1% al sobrepeso. La prevalencia de obesidad severa casi alcanza al 5% de las personas adultas (4,9 %)". Las mujeres con sobrepeso son víctimas de la mirada de la sociedad por dos motivos: el peso y el género. Asimismo, conceptos como "operación bikini" no ayudan a la inclusión ni el avance del feminismo.
Dejar a un lado los estrictos cánones de belleza en verano es una tarea aún más compleja. El buen tiempo es sinónimo de prendas más ligeras y de jornadas en la playa o la piscina, donde los cuerpos posan al sol. Sin lugar a dudas, esta época del año es difícil para aquellas personas con cuerpos "no normativos" que deciden dar un paso al frente y vivir con naturalidad. El objeto común debe ser llegar a la neutralidad corporal, un fenómeno que aboga por no medir ni valorar un cuerpo por su forma ni aspecto.

Cómo remar en contra de la gordofobia en nuestras vidas
Rychel Johnson, Licensed Clinical Professional Counselor (LCPC), explica en un artículo dedicado a cómo entender y combatir la gordofobia que el primer paso para dejar a un lado esta conducta con los demás y con nosotros mismos es aceptar que somos gordófobos (en caso de serlo, claro está). El segundo consejo reside en evitar el diálogo interno negativo, ya que Cuanto más te trates a ti mismo y a los demás con amabilidad, incluso dentro de tu cabeza, menos querrás derramar algo negativo sobre tus seres queridos y extraños "cuanto más te trates a ti mismo y a los demás con amabilidad, incluso dentro de tu cabeza, menos querrás derramar algo negativo sobre tus seres queridos y extraños".
Por otro lado, la experta subraya la importancia de cambiar la forma en la que apreciamos la obesidad. "Recuerda que el tamaño no evalúa a la persona, el carácter, la inteligencia ni la forma en que vivimos. Hay docenas de cosas más importantes que notar que el peso de un extraño frente a ti", detalla Johnson. Finalmente, Rychel no duda en animarnos a compartir este odio junto a nuestros amigos a familiares y en reprochar esta conducta si la percibimos cerca. "Explíqueles respetuosa, pero persistentemente, a sus seres queridos que el tamaño no identifica a las personas", remata la profesional en su explicación.
Por supuesto, despedirnos de la gordofobia en nuestra sociedad no es un hecho que tenga lugar de un día a otro, pero con pequeñas modificaciones en nuestra conducta diaria podemos hacer mucho por un mundo más justo, inclusivo y ético.