La adolescencia puede generar frustración en los padres, especialmente cuando sienten que no logran llegar a sus hijos. Pero es importante entender que los cambios físicos y mentales que experimentan en esta etapa afectan su conducta diaria. "La inmadurez de la corteza prefrontal causa impulsividad, irresponsabilidad y cambios de humor. Y esa necesidad de dopamina les lleva a buscar emociones fuertes y subestimar los riesgos. ¡Por eso a veces hacen cosas que no entendemos!", señala Diana Jiménez, psicóloga educativa y autora del libro 'Adolescencia en positivo. Guía definitiva para padres y madres en el acompañamiento de sus hijos' (Ed. Oberon).
Una mirada optimista
La adolescencia es una etapa que muchas familias temen y desean que pase rápido. Sin embargo, Jiménez propone un enfoque diferente: verla como una oportunidad de crecimiento tanto para los hijos como para los padres. "Hace falta cambiar la mirada y entender en qué consiste exactamente esta etapa para dejar de temerla y poder abordarla sin deseos de que acabe cuanto antes", explica.
Ver la adolescencia "en positivo" implica modificar la mentalidad. No se trata de una etapa de sufrimiento, sino de una oportunidad para aprender y crecer juntos. Los cambios afectan tanto a los hijos como a los padres, y entenderlos permite acompañarlos mejor en el proceso.

Errores más comunes al tratar con adolescentes
Uno de los errores más habituales que cometen los padres es seguir educando en lugar de acompañar. "La etapa de educación ya terminó, ahora debemos influir a través de la relación y la comunicación", destaca la autora. Aplicar soluciones del pasado, como castigos y amenazas, es ineficaz. En cambio, centrarse en entender sus sentimientos y miedos nos conecta con nuestro hijo adolescente.
En lugar de enfocarse solo en sus errores, hay que destacar sus logros y validar sus emociones, haciéndoles sentir que pueden expresarse libremente. "Tampoco es cierto que la adolescencia es sinónimo de egoísmo, agresividad o rebeldía, que los amigos siempre son una mala influencia o que los padres pierden completamente su capacidad de influir en sus hijos. Estos prejuicios fomentan una visión negativa de la etapa, en lugar de verla como un proceso natural de crecimiento", advierte Jiménez.
Muchos padres temen la adolescencia incluso antes de que llegue y se preocupan cuando sus hijos adolescentes se distancian emocionalmente. Sin embargo, este es un proceso normal en su búsqueda de independencia. En lugar de forzar la cercanía, los padres debemos mantenernos disponibles, escuchar sin juzgar y generar momentos de conexión a través de la risa y la convivencia.
"Hemos pasado de ser una generación que temía a sus padres a una que teme a sus hijos", explica Jiménez. Este miedo se alimenta por la falta de información, los mitos y la influencia social, que suele presentar la adolescencia como un periodo lleno de conflictos.
Claves para mejorar la relación con tu hijo adolescente

1. Negociación en lugar de imposición
Una herramienta efectiva para mejorar la relación es negociar acuerdos en lugar de imponer normas autoritarias. "Para lograrlo, se debe identificar el problema, definir qué se quiere acordar, elegir el momento adecuado para la conversación y asegurar el cumplimiento del acuerdo. Esto fomenta el respeto y la escucha mutua", explica Jiménez.
2. Comunicación abierta
La comunicación es clave en la relación entre padres e hijos adolescentes. Se debe buscar el entendimiento, evitar los juicios y fomentar conversaciones abiertas. "Es importante mostrar interés genuino en sus vidas", recomienda Jiménez.
3. Escucha activa
Escuchar sin juzgar es fundamental para conectar con tu hijo adolescente. Pregunta con curiosidad e interésate por su vida cuando le veas receptivo a una charla. Valida sus sentimientos y crea momentos espontáneos donde puedan compartir risas o reflexiones sin presión.

4. Gestionar conflictos con calma
Para gestionar los conflictos, lo más importante es evitar reaccionar impulsivamente y buscar soluciones en lugar de culpables. Los conflictos son parte natural de esta etapa; no debemos tomárnoslos personalmente.
Trata de entender qué ha motivado el comportamiento inesperado de tu hijo y evita discutir por cosas insignificantes. Hay batallas que no merecen ser luchadas con adolescentes; su distanciamiento forma parte del proceso natural hacia su independencia.
5. Mantente disponible
En lugar de forzar conversaciones o cercanía, mantente disponible para cuando quieran hablar contigo. Habrá momentos en los que se abrirán espontáneamente; no desaproveches esas oportunidades para conectar.
La adolescencia: un reto lleno de oportunidades
En definitiva, como apunta Diana Jiménez: "Los padres deben dejar de ver esta etapa como un problema y comenzar a entenderla como una oportunidad para construir relaciones sanas con sus hijos". Aprovecha esta etapa para crecer junto a ellos mientras les ayudas a convertirse en adultos independientes y seguros.