Pasamos más de 8 horas en el trabajo y generar vínculos con nuestros compañeros es prácticamente inevitable. A veces, incluso la persona que no te cae muy bien al principio, acaba siendo un gran aliado. Sin lugar a dudas, el trabajo puede convertirse en un terreno fértil para el desarrollo de relaciones personales. Es curioso cómo, a medida que pasamos más tiempo en la oficina, los lazos con los compañeros de trabajo pueden volverse tan fuertes que se transforman en amistades reales. La pregunta es: ¿son estas amistades buenas para nuestra carrera o podrían traer consigo más complicaciones de las que imaginamos?
Las amistades en el trabajo son el resultado de compartir experiencias, enfrentar desafíos y colaborar en proyectos que requieren la cooperación de todos. De hecho, la norma general indica que cuanto más mayores somos, menos amigos tenemos, y la oficina es un lugar donde, sí o sí, interactuamos con personas que no son nuestra familia. A menudo, estas relaciones pueden ser tan genuinas y enriquecedoras como las que se forjan fuera del ámbito laboral. Pero también es cierto que, debido a las dinámicas de poder, los intereses profesionales y la necesidad de mantener la imagen, las amistades laborales pueden presentar retos únicos. En este artículo, exploramos las perspectivas de Olga Zografou, Directora de People & CSR de Edenred España, sobre cómo las amistades en el trabajo impactan en nuestra vida profesional.
Diferencias entre amistades en el trabajo y fuera del entorno laboral, las palabras de una experta
Olga Zografou destaca que las amistades en el trabajo se forjan en un contexto muy específico, distinto a las relaciones personales fuera de la oficina. Como explica, "las amistades en el trabajo se forman en un contexto estructurado, donde existen objetivos comunes y dinámicas profesionales que marcan ciertos límites. Mientras que en la vida personal, las relaciones se dan de manera más espontánea y sin restricciones, en el ámbito laboral es clave encontrar un equilibrio entre cercanía y profesionalismo".
Es evidente que las relaciones laborales nacen de la necesidad de colaborar y cumplir con metas comunes. El entorno laboral marca un límite natural: hay objetivos que cumplir y expectativas profesionales que no podemos dejar de lado. Sin embargo, esta estructura también puede ser un punto de partida para crear conexiones genuinas entre compañeros. Un aspecto importante que Olga resalta es cómo un entorno laboral que promueva la colaboración y el bienestar puede ser el caldo de cultivo para amistades verdaderas, que incluso pueden perdurar mucho después de que se deje de trabajar en la misma empresa.

La autenticidad de las relaciones y el impacto de las jerarquías
Uno de los aspectos más complejos de las amistades en el trabajo es como las dinámicas de poder (no es lo mismo relacionarse en vertical o en horizontal) o los intereses profesionales pueden influir en la autenticidad de estas relaciones. Según Olga Zografou, las jerarquías no deberían ser un impedimento para formar relaciones genuinas: "Las jerarquías y los objetivos individuales son parte natural del entorno laboral, pero no tienen por qué impedir la construcción de relaciones genuinas. Además, desde Edenred estamos percibiendo una tendencia cada vez mayor hacia las jerarquías planas o líquidas. Un ambiente donde priman la confianza, el respeto y la comunicación abierta ayuda a que las conexiones sean auténticas".
Cuando las dinámicas de poder son más horizontales y las jerarquías más fluidas, las relaciones en el trabajo pueden ser más auténticas, lo que facilita que las amistades verdaderas se den de manera más natural. En este contexto, los valores de la empresa, como la colaboración por encima de la competencia, juegan un papel esencial en la creación de vínculos genuinos. Por lo tanto, no es tan raro que, en empresas con ambientes laborales positivos y abiertas, las amistades se transformen en una parte importante de la cultura corporativa.
Cómo identificar amistades falsas o interesadas en el trabajo
Como en cualquier entorno social, existen relaciones que no son genuinas y se basan en intereses ocultos. En este sentido, Olga nos aconseja no centrarnos demasiado en las señales de alerta, sino en cultivar una cultura basada en la transparencia y el respeto. Ella menciona que "más que enfocarnos en señales de alerta, es importante cultivar una cultura de transparencia y respeto mutuo. Las amistades auténticas, dentro y fuera del trabajo, se basan en la confianza, el apoyo y la reciprocidad".
Cuando una relación en el trabajo solo se mantiene por el beneficio profesional o comienza a generar incomodidad, es momento de reflexionar sobre su naturaleza. A veces, el deseo de aprovechar las conexiones laborales puede llevar a que ciertos compañeros se acerquen solo por interés. En estos casos, es importante ser consciente de los límites y actuar con cordialidad, sin dejar que esos vínculos nublen la objetividad ni el ambiente de trabajo.
"El equilibrio surge de la claridad en los roles y el respeto mutuo. Es posible construir relaciones de confianza en el trabajo manteniendo siempre una base de profesionalismo"
Equilibrando la confianza y el profesionalismo
Uno de los mayores desafíos en las amistades en el trabajo es encontrar el equilibrio entre lo profesional y lo personal. La clave está en establecer límites claros y en mantener una comunicación abierta. Según Zografou, "el equilibrio surge de la claridad en los roles y el respeto mutuo. Es posible construir relaciones de confianza en el trabajo manteniendo siempre una base de profesionalismo". El objetivo es disfrutar de una relación auténtica sin que esta afecte negativamente el rendimiento o la objetividad en el entorno profesional.
En la práctica, esto significa que hay que ser conscientes de que las conversaciones y comportamientos que son adecuados entre amigas fuera de la oficina pueden no ser apropiados en el trabajo. Por eso, establecer límites claros sobre lo que se comparte y lo que se guarda para fuera del horario laboral es fundamental para que ambas partes se sientan cómodas.

Riesgos de confiar demasiado en un compañero de trabajo
Aunque la confianza es esencial para una buena amistad, el exceso de confianza en el ámbito laboral puede traer consigo ciertos riesgos, como traiciones o manipulaciones. En lugar de temer a la confianza, Zografou sugiere promover un entorno en el que las relaciones sean saludables y auténticas. "Cuando una empresa cuida el bienestar de sus colaboradores y crea un ambiente donde la confianza y el respeto son la norma, los riesgos disminuyen", asegura.
Al fomentar una cultura de respeto y colaboración, las relaciones laborales se vuelven más sólidas y menos propensas a traiciones. La clave está en recordar que, en última instancia, los valores de la empresa deben guiar la manera en que nos relacionamos con nuestros compañeros. La transparencia y el respeto son fundamentales para protegernos de posibles manipulaciones y asegurarnos de que nuestras amistades sean realmente genuinas.

¿Amistades o redes de apoyo?
Al final, la pregunta que nos queda es si esas amistades laborales son un verdadero beneficio para nuestra carrera. Si están bien gestionadas, pueden ofrecer un valioso sistema de apoyo, tanto personal como profesional. Sin embargo, si las dinámicas de poder o los intereses personales entran en juego, el impacto negativo puede ser considerable. Por eso, el truco está en encontrar el balance adecuado entre ser una compañera de trabajo profesional y una amiga cercana. "La clave es ser conscientes de los límites profesionales y asegurarse de que las relaciones en la oficina estén alineadas con los valores de colaboración, respeto y transparencia", afirma la experta.