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Qué es el "deinfluencing", la tendencia anticonsumista que triunfa en TikTok

Por fin un trend que NO nos incita a comprar.

Desde hace unos años hemos entrado en un bucle donde el consumir está a la orden del día. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos somos bombardeadas constantemente con información incitándonos a comprar: ropa, zapatos, bolsos, series, películas, productos de belleza... Esto no es algo nuevo, lo sabemos -siempre han existido los anuncios en marquesinas, vallas publicitarias, televisión...-, pero con las redes sociales se ha incrementado muy notoriamente

Algo en lo que aunque los influencers juegan un gran papel, no son los únicos que influyen en ello. Los productos que se hacen virales, desde una máscara de pestañas baratísima hasta una bomber de Zara,  son como pequeñas "bombas" que se asientan en nuestro cerebro y nos hacen querer comprarlos. Y estamos seguras de que alguna vez te ha pasado. 

Al fin y al cabo las redes sociales son la forma de publicidad más fácil, rápida e incluso eficaz que tenemos a día de hoy. Y aunque normalmente con los trends y los productos que se hacen virales nos instan a comprar desde hace unas semanas hay una tendencia hacia el no-consumismo que no para de crecer: el "deinfluencing". 

¿Qué es el "deinfluencing"?

El "deinfluencing" es, como su propio nombre indica, una tendencia que lo que busca es desinfluenciarnos para dejar de gastar nuestro dinero en cosas que no necesitamos. Su nacimiento no es casual sino que responde a un marco histórico de crisis donde entre los estragos económicos del covid y la inflación como consecuencia de la guerra y otros problemas, los precios no paran de subir en todo: vivienda, carburantes, alimentación... 

Seguro que alguna vez has escuchado la teoría ideada por el economista George Taylor en 1926, quien relacionaba el largo de la falda con la época económica en la que vivimos (esto es: a falda más larga, peor la economía, a falda más corta, mejor la economía). Una teoría más vigente que nunca hoy en día si atendemos al regreso imparable de las faldas midi y maxi

Las faldas midi son pura tendencia esta temporada.

Las faldas midi son pura tendencia esta temporada.Getty Images

Pues la tendencia del "deinfluencing" es algo similar: al no haber bonanza económica hay una especie de "pacto" colectivo en no gastar de más en cosas innecesarias. O lo que viene siendo lo mismo: en derribar todos esos mitos que hemos ido creando durante estos años. 

"Deinfluencing" aplicado a la belleza

¿Necesitamos de verdad tantos productos en nuestra rutina de skincare? Se preguntan las defensoras del "deinfluencing".

¿Necesitamos de verdad tantos productos en nuestra rutina de skincare? Se preguntan las defensoras del "deinfluencing".Getty Images/EyeEm

Si aplicamos este concepto de "deinfluencing" a la belleza los productos "innecesarios" que más se repiten están casi todos relacionados con el skincare. Ya que sobre todo se defiende el hacer una rutina de skincare minimalista, en la que un limpiador facial, una crema hidratante y un protector solar son suficientes. 

Aunque también "ataca" a todos esos productos extra que no necesitamos en nuestro día a día para cuidar nuestra piel: rodillos de jade, Gua Sha, masajeadores faciales, máscaras de luz LED... 

"Defluencing" aplicado al autocuidado

Aunque este punto va muy en línea con el anterior, especialmente porque muchas de nosotras asociamos el autocuidado con darnos mimos (algo muy acertado, si nos preguntas a nosotras), también encontramos elementos que van más allá de productos beauty. ¿Un ejemplo? Todo lo que suponga un desembolso grande: un pijama caro, unas zapatillas de andar por casa con un alto precio, unas velas que cuesten una cantidad desorbitada... 

¿Realmente vale la pena invertir en un pijama de seda? Cada una tiene su propio criterio.

¿Realmente vale la pena invertir en un pijama de seda? Cada una tiene su propio criterio.Getty Images

¿Todas captamos más o menos a qué tipo de cosas se refieren no? Cabe decir que esto no significa que no podamos ni debamos comprarlas, todo lo contrario, pero sí que tenemos que darnos cuenta de qué compramos porque nos gusta y qué porque creemos que nos va a hacer feliz

"Deinfluencing" aplicado al día a día

Esta publicación de Instagram es un muy buen ejemplo de cómo muchas veces gastamos en cosas que no necesitamos solo porque lo vemos online. ¿Un ejemplo? Esta chica habla de todas las cosas que casi compra esta semana pero a las cuales al final ha resistido el impulso. Y spoiler: se ha ahorrado un buen dinero.

Una botella o termo inteligente, una ensalada fancy, unas zapatillas Converse o Vans, un abrigo nuevo, juguetes y comederos para sus perros... Cosas que impulsivamente hubiese dicho "voy a comprar porque necesito" pero a las que ha sabido contenerse

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