En el mundo de la moda hay muchas relaciones de amor-odio, pero sin duda no hay ninguna tan fuerte como la que tenemos con los tacones. A todas nos encantan lo mucho que estilizan y ese efecto piernas infinitas que nos dan, pero seamos sinceras: suelen ser bastante incómodos.
O por lo menos esa es la creencia general, porque lo cierto es que no todos los zapatos de tacón son incómodos y que no tenemos por qué sufrir siempre que llevemos tacones. Y la clave para no acabar con un dolor de pies que nos impida andar durante dos días está en saber elegir qué tacones comprar.
Es difícil resistirse a comprar unos tacones solo porque nos gustan mucho estéticamente, lo sabemos, pero pararnos a pensar antes de comprarnos unos si realmente vamos a poder caminar es de suma importancia. Puede parecer una tontería, pero es algo que muchas veces obviamos a la hora de comprar, dejándonos obnubilar por lo bonitos que son.
Pues bien, el año pasado se hizo muy viral un vídeo de la influencer vasca Raquel Reixt donde daba consejos para saber, sin necesidad de probárnoslo, cuándo un tacón va a ser cómodo y cuándo no. Y ahora que empieza no solo la temporada de BBC (bodas, bautizos y comuniones), sino el verano -que seamos sinceras, apetece más lucir piernas- pega recuperarlo.
Trucos para saber si un tacón va a ser cómodo o no
La plataforma es nuestra mejor amiga
Este primer tip seguramente nos lo supiéramos todas, vale, pero nunca está de más recordarlo: "todo tacón con plataforma siempre va a ser más cómodo que uno que no lo tenga". La explicación a esto es fisiológica: al estar la punta también elevada, no se fuerza al talón a estar en una posición tan forzada.
La inclinación de la punta, otra de las claves
Raquel Reix afirma que la inclinación de la punta del tacón es también un elemento muy importante, ya que es decisivo para la comodidad del zapato. "Si la inclinación de la punta sube hacia arriba es más incómodo, porque todo el peso va a caer en la zona delantera del pie".
Esto se traduce en que debemos buscar, por norma general, zapatos con la punta del tacón lo más pegada al suelo posible para así eliminar ese factor de incomodidad en la zona superior del pie.
La forma del tacón también importa
Como bien explica la influencer, "si el tacón es totalmente recto va a ser más incómodo que si empieza ligeramente torcido". Esto hace referencia a la forma en la que nace el tacón, que idealmente debería tener una pequeña inclinación.
Cuanto más ancho el tacón, mejor
Por último pero no menos importante está otra verdad universal que todas, por mucho que nos duela, sabemos: "un tacón ancho siempre será más cómodo que uno fino". Es cierto que los tacones finos muchas veces parece que estilizan más, pero suelen ser bastante más incómodos que los otros.
