“La boda de Tamara Falcó está gafada”. Esa ha sido, con toda probabilidad, la frase que más se ha escuchado en las últimas semanas sobre el enlace celebrado este fin de semana entre la marquesa de Griñón e Íñigo Onieva. Infidelidades aparte, la hija de Isabel Preysler ha tenido que hacer frente a otra serie de infortunios que se le han ido presentado durante los días previos a su boda. Uno de los más sonados ha sido el quedarse sin diseñadoras de vestido de novia a tan sólo 58 días de la ceremonia.
La firma Sophie et Voilá rompió su contrato con Tamara Falcó porque se negaba a plagiar las creaciones de otros diseñadores, según informaron en un comunicado. Fue entonces cuando la marquesa viajó hasta Nueva York para ponerse en manos de Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera para que le hiciese su traje de novia. Y ahora, con las fotos del vestido de Tamara ya en la mano, todo el mundo apunta a cuál era el diseño que la socialitè pretendía copiar, y es nada más y nada menos que el de Letizia Ortiz en su boda con el entonces príncipe Felipe en el año 2004.
Casi dos décadas más tarde y en una boda con casi tanta expectación como la de los ahora reyes de España, Tamara Falcó se ha dado el ‘sí, quiero’ con Íñigo Onieva enfundada en un vestido que, sin lugar a dudas, guarda grandes similitudes con el Pertegaz que llevó Letizia en su día, a pesar de que la marquesa contase que se había inspirado en Grace Kelly.
Semejanzas entre el vestido de novia de Tamara Falcó y el de doña Letizia
Partiendo de la base de que tanto como la marquesa de Griñón como la reina de España llevan tiara y un largo velo, su look ya parte de un coincidencia clave. Pero si nos adentramos en lo que al diseño del vestido respecta, podemos observar en las imágenes de la revista ‘¡Hola!’ que la cola que ha tiene el Carolina Herrera de Tamara es muy similar al Pertegaz de Letizia debido al dibujo de pedrería que hay sobre los bordes.
Pero esta no sería la única semejanza, ya que el corte en sí, también es casi idéntico, si no fuera por los cuellos levantados de Letizia que sirvieron de inspiración para muchas novias de la época y que la monarca optó por manga larga con terminado acampanado y la marquesa por una tres cuartos. Además, en el Pertegaz de la reina encontramos bordados alrededor del cuello y de la línea central del traje, así como ha hecho Tamara Falcó, aunque con una diferencia: su elección es pedrería en lugar de bordado.
