Kıvanç Tatlıtuğ y su esposa, Başak Dizer, han adquirido recientemente una nueva propiedad en el campo. Según el periodista Mehmet Üstündağ en 'Hurriyet', anteriormente se especulaba que la pareja había comprado una casa en Londres con la intención de mudarse para que su hijo pudiera educarse en la capital británica. Sin embargo, nuevos informes de 'Sabah' indican que han comprado una pequeña casa de campo en las afueras de Lüleburgaz, una localidad situada a hora y media de Estambul en la región de Tracia.
Aún no sabemos si se mudarán ahí o si será solo un lugar para escaparse en vacaciones. Parece que ya están disfrutando de la casita. De hecho, imágenes en el perfil de Instagram de la esposa del actor muestran que ya han compartido momentos de relajación con dos de sus mejores amigos, la actriz Özge Özpirinçci y su esposo, Burak Yamantürk.
Por otro lado, el público español pronto lo verá en la telenovela Familia, que se emitirá en Divinity. Esta serie ha sido muy comentada en redes sociales y es una gran apuesta de Mediaset. No es la primera vez que lo vemos en nuestras pantallas. Ya ha protagonizado otros éxitos como Amor prohibido, junto a Beren Saat, y Suhan: amor y venganza, con Tuba Büyüküstün. Ambas producciones fueron recibidas con un éxito considerable.
Kıvanç, oriundo de Adana, creció en una familia que gestionaba una panadería centenaria en la ciudad. Después de que su padre enfermara, la familia se trasladó a Estambul para que pudiera recibir tratamiento médico. Inicialmente destacó como jugador de baloncesto profesional antes de una lesión en la pierna que lo llevó a retirarse. Fue entonces cuando, motivado por su madre, incursionó en el mundo del modelaje, convirtiéndose en el mejor modelo de Turquía en 2002.
Desde entonces, ha protagonizado numerosas producciones y también ha dedicado tiempo a trabajar como Embajador de Buena Voluntad de UNICEF durante casi una década. A pesar de su éxito, Kıvanç mantiene una humildad notable y afirma que solo se siente verdaderamente popular cuando está con su familia, manteniendo sus raíces y valores intactos a pesar de la fama y el reconocimiento.
