Opinión: Maite Galdeano reabre el debate, ¿puede un maltratador ser un buen padre?

La exconcursante de 'Gran Hermano' explicó los motivos que le llevaron a dejar a su hijo Cristian con su padre cuando se divorció: "Les di la oportunidad de ser felices".
Sofía y Maite
Isabel Gallardo Llergo streaming

Publicado por Isabel Llergo

Periodista especializada en TV y Celebrities

Creado: Actualizado:

Tras la demoledora entrevista de Sofía Suescun, donde puso de manifiesto los problemas de vivir con una madre narcisista, llega ahora la respuesta de Maite Galdeano, una mujer víctima de un pasado tormentoso que se sentó en el plató de De viernes para suplicarle a su hija que le diese otra oportunidad. 

Con lágrimas en los ojos, Maite reveló los capítulos más turbulentos de su vida, empezando por el día que Sofía le echó de casa: " El 4 agosto se va a grabar Sofía y le digo que si le parece bien la actitud de tu novio, es una humillación, Kiko le enseña el mensaje  y le da directrices de lo que tenía que hacer, al rato me llama mi hijo y me dice que me tengo que ir y que Sofía va a dejar a Kiko, no me lo creo, Cristian me dice que sofia ha dicho que no vuelva nunca mas a casa". 

Así explicó Maite su gran enfado al ver que el novio de su hija, tras su paso por SV All Stars, le decía que había quedado como una put* delante de toda España. La "elegida de Dios" se sintió fatal con las palabras de su yerno y le pidió a Sofía que rompiese con él inmediatamente. A pesar de todo, asegura que aquel 14 de agosto que saltó la valla para entrar en casa, no se mostró agresiva ni perturbada como quisieron dar a entender Kiko y Sofía: "Fui sin dormir pero no fui agresiva, volví a casa y vi a Kiko en erupción, yo le daba al cristal pidiendo a Sofía que saliese, la guardia civil toco el portero y le dije a Kiko 'vamos a hacer paces'. Kiko dijo que le había amenazado de muerte. Ahora no tengo a nadie, no tengo lazos de amor, esto sola".

Maite reconoce que aquel mensaje existe, incluso lo colocaron en la pantalla grande en el programa. También mostraron una conversación telefónica grabada por Cristian (sin el permiso de su madre) en la que Maite amenazaba con quitarse la vida si Sofía no le dejaba volver a casa. " La ha manipulado, eso no se hace con mi hija. Yo tenía que entrar en casa y ya está. Échale un par de huev** y mátale al otro. Dale un par de host**", decía Maite mientras Cristian repetía una y otra vez que Kiko no le había hecho nada.

A Maite se le fue la pinza y lo reconoció durante su paso por De viernes: "Eso que dije está feísimo y me arrepiento, fue en un momento que estaba en erupción volcánica y dices cosas que no piensas. Me salen las palabras lo lanzo luego me arrepiento sobre todo si me escucho. He cometido errores atómicos".

La de Pamplona se mostró muy arrepentida e inundada en lágrimas afirmó que estaba dispuesta a ir a un psicólogo para solucionar sus problemas de celos. También comentó que su gran error siempre ha sido opinar de los novios de su hija, pero no se considera mala madre. De hecho, Sofía siempre ha sido su vida. 

Sofía Suescun y Maite Galdeano - Getty Images

"Sofia para mí lo es todo desde que nació, estaba encantada solo la miraba era feliz mirándola. Era horrible el aferramiento que tenia con ella, no es que me olvidara de Cristian, pero Sofía fue mi tabla de salvación respecto a la vivencia de mi divorcio, estaba anulada de tanta paliza, de aguantar un monstruo que venia ebrio a todas horas. Sofia era pequeña, veía que me cogia de los pelos me tiraba al suelo, fue lo peor de mi vida, era mi vida o él. Era un manipulador nato, le quite la denuncia volví con el y era todo peor, al final dije 'ya, hasta aquí'", comenzó explicando sobre la traumática relación que vivió con el padre de sus hijos.

Maite continuó diciendo que "me fui muy joven para criarla sola, le di la llave con ocho años y le dije 'somos un equipo hay que salir adelante como sea'. Lo he hecho todo por ella, la apunte a gimnasia rítmica era la mejor yo me empece a empoderar, éramos muy felices, siempre he hecho porque ella estuviese bien preocupándome de su felicidad que era lo único que me importaba. Creo que no tiene que tener la percepción de mala madre de mí, de abandonarla, de irme por ahí a beber. Meterme con sus novios si puede tener queja porque si me he metido".

Una manzana podrida

No voy a negarlo, el testimonio de Maite  me erizó los pelos como tantos otros casos de maltrato en la familia. Maite ha sido una mujer maltratada que ha luchado sola por sacar adelante a su hija. El problema es que también tenía un hijo y decidió dejarlo en manos del hombre que durante tantos años abusó física y verbalmente de ella.

"Cristian era superdotado, tocaba el piano y yo bailaba, lo pasábamos genial. Mientras el respondía mamá era muy buena, jugaba al fútbol era genuino y con lo justito sacaba sobresalientes. A los 16 me llama el director de un colegio de pago y nos dice que se ha torcido, que bebe y fuma lo que no tiene que fumar. Me entra un bajonazo destructivo y al poco tiempo me separo. Es normal que la madre quiera llevarse a un hijo, pero yo le deje con su padre, no quise poner una manzana podrida en el frutero porque te pudre a la otra". Maite reconoce que, cuando Cristian "se torció", le dejó solo para que no arruinase también el futuro de su hermana Sofía. Una crueldad de la que Maite no se arrepiente, pues cree que, estaba tan anulada psicológicamente que solo intentó hacer lo mejor para todos.

Maite Galdeano dejo a su hijo con un maltratador por no meter una manzana podrida en su frutero. "No sé si lo hice bien o mal, me ví sola en la separación, estaba anulada con una niña de 5 años. Era mas fácil con la niña... El que sea maltratador conmigo no significa que tenga que serlo con su hijo, les di la oportunidad de vivir felices y contentos".  Pero, ¿es esto verdad? ¿Puede un maltratador ser un buen padre? Sinceramente, creo que no. Un maltratador no puede ser buen padre, ni buen hermano, ni buen compañero de trabajo, simplemente porque un maltratador no es una buena persona jamás.

"En los casos de violencia de género, muchas veces los niños y las niñas pasan a un segundo plano, cuando son también víctimas directas de este tipo de violencia… Es fundamental que se implemente medidas de forma efectiva, incluyendo la suspensión de la custodia compartida y del régimen de visitas en los casos en los que el niño o niña haya presenciado o sufrido violencia de género. Si no, el niño o la niña puede seguir en peligro. Un maltratador nunca puede ser un buen padre", dice Catalina Perazzo, directora de Incidencia Social y Política de Save the Children.

Y tiene toda la razón, ¿cómo puedes pensar que una persona que te ha llevado al límite de la locura, que ha dejado que tus hijos presencien insultos, palizas y vejaciones a todas horas puede ser un buen padre? En el caso de Maite, pasó lo que todos sabíamos que iba a pasar. Ella relata que " Al poco tiempo lo metí en mi casa, lo rescate, lo acogí de la pena que me daba. Prometí que íbamos a ser una familia armónica, pero venía a las tantas con los ojos rojos con unas imponencias tremendas hacia mí. Él querida ver el fútbol y la niña los dibujos, era difícil. Le ayudé a entrar en el instituto, le cogieron porque redacté una carta al director.  Cuando se lo dije se levantó hacia mi insultándome con palabrerío nefasto. Y dije una y no mas Santo Tomás. Luego se fue con su padre otra vez". 

Cristian Suescun, sin saberlo, se había convertido siendo solo un adolescente, en el peor enemigo de su madre. Cuando volvió a acogerle en su casa, Maite se dio cuenta de que comparaba a su hijo con su exmarido y prefirió alejarse de él. Quizás, si el chico no hubiese pasado gran parte de su adolescencia con el hombre que maltrataba a su madre, no habría vuelto con esos aires de superioridad y faltas de respeto hacia su familia. Nunca lo sabremos porque Maite no dejó que se quedara en su casa. Cristian hizo su vida como pudo, al lado de un progenitor maltratador que le permitía esas ínfulas de "macho dominante" de las que Galdeano tanto habla. 

Lo que está claro es que, según las expertas en violencia machista, todas deberíamos desterrar el mito de que un maltratador puede ser un buen padre y la falsa creencia de que no existe relación entre el maltrato a la madre y el maltrato a los hijos. La excusa de Maite es que el padre no ejerció violencia directa contra sus hijos, pero la pregunta que debemos hacernos es: "¿Estamos preservando el bienestar de los menores? ¿Crecerán en un ambiente seguro al lado de un maltratador?" Definitivamente no. 

Con esto no quiero decir que la culpa de todo la tenga Maite, que abandonase de forma consciente a su hijo o que nunca le quisiera. Maite es una mujer traumatizada por un pasado oscuro en el que las palizas eran su pan de cada día. Maite intentó sobrevivir aunque en el camino se olvidase de su vástago. Hoy, está a tiempo de recuperar la relación con su hijo, de decirle "te quiero" todas las veces que quiera, de reforzar su vínculo y de crear un lugar seguro para ella y sus hijos. Maite tiene en su mano el poder y el dinero para poder ponerse en manos  de profesionales y terminar de una vez por todas con esta locura televisada.

Recomendamos en