Se está quedando un concurso precioso, aunque con más tintes de La isla de las tentaciones que de Gran Hermano, las cosas como son. Tenemos a Laura detrás de Manu y a Manu pasando de ella mientras le pide que siga demostrando sus sentimientos. Una actitud bastante "machirula" que ha enfurecido a los colaboradores del último debate, quienes aseguran que el chico es como el perro del hortelano, ni come ni deja comer. Y es que el DJ no se atreve a decirle a su compañera que le parece demasiado intensa para su sencillo corazón y prefiere seguir alimentando sus esperanzas a pesar de que los sentimientos de la hija de María José Galera crecen y crecen como la planta de habichuelas del pequeño Jack. "Tienes que ignorarle un par de días, las mujeres conquistan a los hombres siendo inaccesibles. Tú a partir de ahora, mujer de alto valor", le decía Maica a su compañera en el confesionario.
Por otro lado, Edi y Aianara (Violeta) avanzan en su relación con demasiadas dudas. Él cree que ella oculta algo, que podría tener una relación con Jorge, el fantasma de las cinco patentes y los tríos románticos. Y Ainara, por su parte, empieza a estar cansada de fingir ser quien no es y teme perder al gallego por culpa de las mentiras. Lo cierto es que Edi empieza a decepcionar a la audiencia por sus rotondazos con las chicas y sus mil intentos de carpetas fallidas. Ahora me gusta Laura, después Ainara y mañana tal vez, Elsa o Maica. ¿Puede centrarse en una ya y dejar de enamorarlas a todas?
Por último, en la casa más famosa de Guadalix, Maica y Adrián continúan con su tonteo, aun sabiendo que pegan menos que Tamara Falcó y Melendi. Colaboradoras como Lucía (exnovia de Isaac y madre de Mía), Adara Molinero o Marta Peñate asegura que Maica está más aburrida que una "mona" y es precisamente ese aburrimiento lo que le ha hecho acercarse a Adrián cuando en realidad, tiene cero interés en el boxeador. Recordamos que Maica, la mujer que nos está dando los mejores momentos de la edición con su obsesión por la limpieza y su divertida forma de hablar, primero se sintió atraída por Edi y luego por Manu. ¡Aquí hay más líos de faldas que en las nueve temporadas de Élite juntas.
Hermanas "enamoradas"
Jorge sigue inventándose su vida entera en la casa secreta, asegurando que tiene cinco patentes -un corcho mágico que salta con un simple toque, un mecanismo supernovedoso para que no entre ni una pizca de viento por tu puerta o un sistema de aislamiento para evitar inundaciones en tu casa- que ha hecho de todo en la cama con mil mujeres como si de Fermín Trujillo en La que se avecina se tratase, y que prácticamente es ya el yerno de la madre de Ainara (Violeta). El chico inventa más que habla y esto le hace muchísima gracia a Lucía, a la par que perturba su calma, pues afirma que su compañero es un pesado: "No sé si busca tele o qué, pero es un fastasma".
El caso es que Lucía cada vez soporta menos a Jorge y no es la única. Sus comentarios recién salidos de las cuevas de Altamira con Daniela, a quien no deja en paz ni cuando la muchacha intenta comerse una manzana tranquilamente, están sacando de quicio a Javi, que suspira y resopla tantas veces como tú cuando llega la factura de la luz. Pero Jorge no es el mayor problema de Javi y es que el pobre hombre duerme con la enemiga en casa. Vanessa no puede ni ver a su marido y lo demuestra cada vez que se dirige a él para increparle por cualquier tontería.
Ella dice que Javi no es cariñoso, que nunca le dice "te quiero" y que su matrimonio hace aguas por su pasotismo. Pero, tanto en plató como en las redes sociales piensan cosas muy distintas. La gran mayoría de espectadores afirman que Vanessa -quien hace unos días pedía a gritos que le metiesen a un italiano para ponerse "a prueba"- quiere romper con Javi pero no se atreve a hacerlo y por eso está utilizando una estrategia de acoso y derribo en un intento desesperado por conseguir su abandono. Y está a punto de conseguirlo, porque el concursante ya ha dicho en varias ocasiones que no está bien y que prefiere irse a casa. En lugar de animarle, su esposa le ha dicho tajante "ojalá te vayas mañana". Muy lógico todo teniendo en cuenta que ella misma ha dicho que "yo estoy mucho más enamorada de él que él de mí".
Volviendo a los mejores momentos del último debate, que no son muchos debido a la desorbitada cantidad de anuncios que meten entre vídeo y vídeo. No es broma, ayer empezó una tanda de publicidad a las 00:14 y el programa no volvió a empezar hasta pasadas las 00:30. ¿Qué clase de insulto a la audiencia que madruga es este? Por no hablar de que Gran Hermano es un programa de convivencia y lo que menos vemos en los programas es precisamente a los concursantes convivir. ¿Tanto les cuesta dejar a un lado las tres horas de plató y poner vídeos de los verdaderos protagonistas del concurso?
En fin, luego se quejarán de que baja la audiencia y les barre la nueva telenovela turca, Una nueva vida, en Antena 3. Pero, ¡cómo no vamos a cambiar de canal! Si hemos visto ya al vecino José ayudándonos con la mudanza tantas veces que, cuando nos queremos dar cuenta son las dos de la mañana y han puesto tres videos. Ni un rato de canal 24h horas ni na de na, así para hacer más apetecible y ameno el visitando... Dejando a un lado los anuncios, la pesadez de gala, los chistes malos de Ion Aramendi y la copia descabellada a Sálvame llevando a una "doble" de Belén Rodríguez al debate, tenemos que decir que dos mujeres salvaron la noche, sirviendo incluso antes de entrar en la casa.

Lucía y Silvia tuvieron la oportunidad de visitar destrangis la casa oficial. Allí conocieron a Nerea, quien aprobó su coartada asegurando que todos en la casa se creerán que son pareja. "Así mejor, más salseo", decía la novia de Luis Diego, todavía asimilando que su novio había compartido casa con las mellizas. Y es que las madrileñas quieren hacerse pasar por novias para despistar a sus compañeros. Una jugada maestra con la que evitarán que les ronden "moscardones" desesperados por crear carpetas que no se cree nadie. Son inteligentes, son divertidas y entran mañana mismo en la casa para dar todo el juego que no han podido dar encerradas en esas cuatro paredes con Jorge, el fantasma de Guadalix y Javi, el marido triste.
Mucha gente piensa que la estrategia de las hermanas es un error porque, si dicen ser pareja, tendrán que besarse. Pero en mi opinión, creo que sería divertídisimo verlas fingir un edredoning delante de las sábanas o una primera discusión por celos vete tú a saber de quién. Quizás podrían utilizar a Ainara (Violeta) de compinche, al fin y al cabo es la única que conoce a toda la casa casi antes de entrar en la casa. Además, no hace falta estar todo el día sacando la lengua a pasear para demostrar que son pareja, digo yo.