Jessica Bueno siempre ha evitado hablar de su vida privada. La influencer nunca ha ofrecido entrevistas para hablar de sus parejas y durante su participación en GH VIP, evitó profundizar en su historia de vida. Incluso entonces, necesitó varios días en el plató para confirmar el inicio de su relación con Luitingo, su compañero de reality.
Pero, parece que Jessica se ha cansado de callar. Tras su paso por el podcast Un cuento imperfecto, Jessica se ha sentado en De viernes para hablar sobre su mala relación con su exmarido, el exfutbolista Jota Peleteiro.
Jessica, quien tuvo una relación con Kiko Rivera en una etapa complicada para el DJ y su familia, ha decidido romper el silencio sobre los motivos que la llevaron a separarse del padre de su hijo. La ruptura estuvo marcada por el dolor y, según sus declaraciones en GH, por una infidelidad del exfutbolista. “Me sentía desamparada, sola, como si me hubieran tirado a la basura”, confesó la exmodelo.
Durante la entrevista, Jessica explicó que su gran motivación para armarse de valor y hablar eran sus hijos. Y es que esta madre coraje asegura que Jota no se preocupa por los pequeños: "Habla con ellos, pero nada más. Como al padre de mi hijo no le ha importado nada y le da igual todo, tengo que buscar una solución".
Ante las más que posibles represalias de Peleteiro por acudir a De viernes a contar su verdad, algo que hará Bárbara Rey el próximo lunes en el mismo programa, Jessica confiesa que ya le da igual todo porque "ya no puede hacer más de lo que ya está haciendo". De hecho, el futbolista llegó a denunciar a su ex cuando esta decidió volver a Sevilla junto a su familia.
Jessica Bueno, denunciada por querer seguir adelante
Según Jessica, Jota presentó una denuncia contra ella cuando se instaló en Sevilla, porque en el acuerdo de divorcio se establecía que los hijos permanecerían en Bilbao. Según la exmodelo, este cambio de rumbo en su vida fue necesario debido a que su exmarido no estaba cumpliendo con los compromisos económicos estipulados tras la separación.
Aunque el juicio reciente dio la razón a Jessica, afirmó que los acuerdos iniciales, como el apoyo en el alquiler, el uso del coche familiar y el pago de la escolaridad, solo se respetaron durante los primeros meses.
"Yo salgo de GH y me encuentro con que no tengo coche para llevar a los niños, que el piso donde vivo con los niños no se estaba pagando, la pensión tampoco. Y teníamos a una chica de apoyo que era la que trabajaba con nosotros desde que estuvimos casados y tampoco", explicó Jessica, asegurando que vivió un auténtico infierno de impagos desde el momento que tomó la decisión de separarse. Afortunadamente, la joven ha contado con el apoyo de la familia del exfutbolista, que han estado a su lado cuando se ha enfrentado a apuros económicos.
Todo lo contrario a lo que ha hecho el exfutbolista, que no pagaba la pensión a sus hijos, pero sí disfrutaba de lujosos viajes a París o Dubai. Además, según Jessica, se pegaba "la vida padre" asistiendo con regularidad a restaurantes caros, mientras sus hijos ni siquiera tenían coche para ir al colegio. Esta situación fue el detonante de que Jessica se fuera a Sevilla, algo que "nos vendría bien a los dos" puesto que rodeada de su familia no hace falta que tenga apoyo.
Un marido de "los de antes", machista y antiguo
Jessica Bueno explicó cómo dejó su vida personal y profesional a un lado para seguir la carrera futbolística de Jota. "Me centré muchísimo en su carrera, viviendo por él", señaló. También reveló que recibió un ultimátum cuando decidió volver a trabajar y socializar con nuevos amigos y compañeros: "Me dijo que paraba o la relación se acababa, y yo lo dejé. Sentía que yo hacía mucho por todos pero nadie se preocupaba por mi, por lo que yo necesitaba".
En momentos clave como el nacimiento de su segundo hijo, Bueno relató sentirse completamente sola. Jota llegó tarde al hospital y, tras el parto, se fue, dejando a la madre de Jessica como único apoyo. "Cuando llegué a casa me le encontré con un tatuador con el que había quedado cuando estaba en el hospital (...) Durante la primera semana ni siquiera le cogía en brazos casi", recordó, muy dolida por el comportamiento de su ex.
Pese a los altibajos en su relación, Jessica sentía que le debía algo a su pareja. Se sentía sola, anulada y en ese momento de confusión, con dos niños pequeños y sin la familia cerca, pensó que solo él podría salvarle. "Él me ha hecho sentir que tengo que agradecerle la vida. Que gracias a él yo vivo y existo", reveló visiblemente afectada.
A raíz de estos conflictos, Jessica optó por mudarse a Sevilla, una decisión que considera beneficiosa para ambos. Este cambio le permitió contar con el apoyo de su familia, aunque fue el detonante de una denuncia penal por parte de Jota Peleteiro.
