La falda rosa de Carlota Casiraghi: un signo de la clase que tiene la familia de la realeza

La princesa filósofa cada vez se parece mas a su madre, Carolina de Mónaco, luciendo elegancia y gusto con esta prenda el pasado fin de semana en el Jumping International de Montecarlo. 
Carlota Casiraghi º

En la realeza de Mónaco, el amor por los caballos y es mundo ecuestre es una pasión que viene de familia. Esta pasión se transmite de padres a hijos y que como en las mejores familias, la princesa Carlota Casiraghi y su madre, Carolina de Mónaco, asistieron el pasado 30 de junio a a la 17 edición del Jumping International de Montecarlo. 

Tanto madre como hija, Carlota y Carolina de Mónaco, lucieron muy elegantes en el último evento que coincidieron juntas para galardonar los mejores saltos ecuestres de la última competición celebrada en Montecarlo. 

Los looks escogidos para la ocasión brillaban por llevar la marca de la familia: elegancia y clase en una sola imagen. Por un lado, pudimos ver a una princesa de Mónaco envuelta en un traje blanco con unos pantalones de corte recto y pernera ancha marcados por una línea frontal. Acorde con la parte de abajo, la chaqueta americana que lucia era levemente oversize y una camisa interior en blanco y negro. Para  coronar el look lució un broche de oro con la forma de un caballo.

Su hija, Carlota Casiraghi escogió un look más colorido convirtiéndose en la protagonista de todas las miradas.  Lució una romántica falda de volantes en rosa antiguo con una longitud hasta los tobillos. La prenda tiene un refinado bordado de flores y hojas de inspiración tropical que cobraba vida con cada pequeño movimiento. Combinó la falda tan detallada con una camiseta de tirantes sencilla en negro con escote redondo, cuyos tonos fueron combinados con unos zapatos, de la firma Mary Janes, de piel brillante sobre las que se posaba el icónico símbolo de la doble C de la Rue Maison. Como complementos escogió una pulsera de abalorios azules y un Apple Watch, en su otra muñeca.  

Se pudo ver dos looks muy diferentes, sin embargo, estaban unidos por una misma devoción sincera por un estilo clásico y atemporal. Cierta elegancia sobria está al borde de la extinción, aunque en este evento se demostró que va a durar mucho más por la clase que luce la hija de la princesa de Mónaco. 

Este artículo se publicó originalmente en Marie Claire Italia. Traducción y adaptación: Paula Manso.

Recomendamos en