Es uno de los retoques estéticos que más se realiza cada año. Lo confirman los datos de 2023 del SEPCRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica y Reparadora), los que aseguran que:
"Tras la cirugía de la mama (52,6%), el segundo lugar lo ocupan intervenciones relacionadas con la cirugía de cabeza (23,7%). Una de cada cuatro intervenciones de cirugía estética pertenece a este grupo, y las más solicitadas son la blefaroplastia u operación de párpados caídos (10,7%) seguida de la rinoplastia (7%)".
Al ser la parte de nuestra cara que más sobresale, muchas personas optan por este procedimiento para cambiar su forma si no es la deseada. Pero es que a otras no les queda más remedio y recurren a ella por salud.
Rinoplastia en términos de belleza
"La rinoplastia es una cirugía estética que se realiza para modificar la forma y estructura de la nariz, con el objetivo de mejorar su apariencia. También se hace cuando hay problemas funcionales, como los respiratorios. Con la rinoplastia pueden corregirse, pudiéndose en la misma cirugía retocar la parte estética", declara la Dra. Susan Díaz Reverand, cirujana facial y médica estética.

A nivel estético, los profesionales afirman que hoy en día se desea la naturalidad y la proporcionalidad. "Las modas van cambiando. En los años 90 se buscaban narices muy delgadas y en punta. Ahora se busca la proporción”, confirma por su parte Alberto Pérez Espadero, cirujano plástico y reconstructivo de la unidad de cirugía reconstructiva del Hospital Universitario de Valencia y miembro del SECPRE.
El cirujano añade que “Dos de las maniobras más frecuentes que hacemos en pacientes de rinoplastia es reducir el dorso de la nariz (quitar la giba o la forma de nariz aguileña) y afinar la punta de la nariz".
La rinoplastia en términos de salud
Y en términos de salud, los hay que se someten a ella para solucionar problemas médicos como traumatismos, desviaciones del tabique nasal o problemas respiratorios. En ambos casos, sin duda la tecnología más puntera dentro del sector es la rinoplastia ultrasónica, que en el 2024 convive con la tradicional.
"La diferencia fundamental son los instrumentos con los que se realiza la fractura de los huesos nasales y el limado de la giba o puente. La rinoplastia tradicional suele utilizar herramientas manuales o cinceles. En el caso de la rinoplastia ultrasónica, se utiliza un aparato llamado piezotomo o ultrasonido”, cuenta la Dra. Susana Díaz.
“Gracias a él se logra una mayor precisión, ya que emite unas vibraciones ultrasónicas a alta velocidad que son capaces de realizar un limado óseo perfecto", añade la Dra. Díaz, quien recientemente ha realizado la primera rinoplastia reconstructiva con ecógrafo para casos con rellenos permanentes en España.
Además, asegura que la rinoplastia ultrasónica genera mucha menos inflamación o hinchazón y la recuperación es más rápida e indolora. ¿Y sus contraindicaciones?
"Como en la tradicional, únicamente si existen condiciones médicas preexistentes que aumenten el riesgo de complicaciones, como trastornos de coagulación o enfermedades crónicas no controladas que contraindiquen la cirugía, pero no por el uso de esta tecnología en sí", añade la experta Díaz.
También hemos consultado a estos profesionales sobre si esta cirugía estética se realiza más en hombres o mujeres, y los datos que facilitan son claros. "En España se realizan unas 4500 rinoplastias al año, según la SECPRE, y dos de cada tres se hacen en mujeres", concluye el doctor Alberto Pérez.