Las historias de amor son siempre inspiradoras y evocan nuestras mejores emociones y sentimientos. Sus protagonistas a menudo tienen que luchar por su felicidad conjunta, por eso este subgénero, que encaja como un guante tanto en la comedia como en el drama, resulta tan fascinante para el espectador, que espera que 'el bien' triunfe siempre sobre todo lo demás, aunque en ocasiones no suceda.
En la vida real aspiramos, a ser posible, a un amor de película. Sin embargo, nada garantiza que esto vaya a suceder, al menos, una vez en la vida. Cuando somos conscientes de esta realidad, inevitablemente bajamos el listón hasta un amor que sea, simplemente, real. Y resulta que los amores reales discuten. De este modo, cuando se nos presenta una historia sobre una pareja que atraviesa una crisis o que es incapaz de dejar de discutir, la sensación que se produce en el espectador es de una familiaridad tan magnética que es capaz rivalizar con la mejor de las rom-coms. Con frecuencia nos lleva a pensar que 'por lo menos no somos como ellos' y, al mismo tiempo, puede servirnos como un espejo en el que reconocernos.
Los melodramas en los que los matrimonios penden de un hilo son carne de cañón a la hora de incluir escenas memorables de discusiones de pareja. En algunas de ellas se discute manteniendo, en la medida de lo posible, las formas. En otras, el nivel de decibelios a causa de los gritos alcanza cotas inauditas. Ambas son tan antiguas como el mismísimo cine. ¿Quién teme a Virginia Woolf?, Un tranvía llamado deseo, La gata sobre el tejado de zinc o Dos en la carretera son solo algunos de los ejemplos de títulos que han conquistado, a lo largo de la historia, tanto al público como a la crítica (y los premios).
Malcolm & Marie es uno de los últimos estrenos de Netflix y también el último ejemplo de guion que gira en torno a una pareja que se desmorona. Malcolm es un director de cine que acaba de estrenar su última película. En el evento ha tenido que dar un discurso de agradecimiento en el que se ha olvidado de mencionar a su pareja, Marie. Podría ser una falta de lo más indulgente provocada por los nervios, de no ser porque la vida de ella le ha servido de inspiración en el guion de su película. Mal rollo. Marie rematará la fiesta del estreno en su casa, en la intimidad, haciendo que Malcolm aterrice violentamente de la nube en la que lleva subido toda la noche, y se produce una de esas discusiones en las que se abre la caja de Pandora, se pone en marcha el ventilador y ambos terminan increíblemente agotados.
Como decimos, Malcolm & Marie no será la última película de parejas que discuten que veamos, sí la más reciente, pero tampoco la primera. A continuación recopilamos otras 10 que incluyen algunas de las mejores peleas a dúo de la historia del cine.
La guerra de los Rose
Epítome del cine en el que las parejas se pelean, en esta película de Danny DeVito, Oliver y Barbara Rose - Michael Douglas y Kathleen Turner - utilizan todas las estrategias oscuras que se les pasan por la mente para intentar que el otro abandone el domicilio conyugal, mientras se ven inmersos en una feroz batalla de divorcio. En el hogar de los Rose la vajilla se utiliza habitualmente como proyectil, las escaleras ven rodar con frecuencia a los dos miembros de la pareja y una gran lámpara de araña forma parte del mejor espectáculo de trapecismo que hemos visto en pantalla grande.

Separados
Jennifer Aniston y Vince Vaughn protagonizan esta comedia en la que una pareja rota continua conviviendo bajo el mismo techo, con tal de no perder su apartamento de Chicago. Un pulso en el que ninguno de los dos está dispuesto a dar su brazo a torcer, utilizando las peores artimañas para perder de vista, de una vez por todas y cuanto antes, a la que ha sido su pareja durante los últimos años. ¿Del amor al odio hay solo un paso? Puede que incluso menos.

Kramer contra Kramer
La discusión por la custodia de su hijo es, sin duda, una de las más tensas de las que protagonizan Joanna y Ted Kramer, un matrimonio roto desde que ella abandonase el hogar conyugal para buscarse a sí misma. Esta película de Robert Benton es una de las más intensas que existen no solo sobre el divorcio, sino también sobre la maternidad, y tanto Meryl Streep como Dustin Hoffman recibieron un premio Oscar por sus interpretaciones en ella.

Sra. Doubtfire, papá de por vida
Miranda Hillard (Sally Field) experimenta lo que es que no te quede ni una gota de paciencia cuando, al llegar de trabajar, encuentra que en su casa se está celebrando una fiesta infantil descontrolada, que incluye a un burro vivito y coleando en el centro de su salón. Su marido Daniel (Robin Williams) , que está al mando de la situación, se está divirtiendo tanto como todos los niños invitados. La discusión que sigue al fin de la fiesta, interrumpida abruptamente por Miranda, desemboca en divorcio. Y esta ruptura da lugar a uno de los giros de guion más recordados del cine infantil: Daniel, que abandona el hogar, decide presentarse a la convocatoria de institutrices - disfrazado de mujer - que organiza su ex pareja para elegir a la persona que va a cuidar a sus hijos a partir de ahora. El puesto es suyo, por supuesto.

Blue Valentine
Dean y Cindy son una pareja que llevan varios años casados, pero su relación se encuentra en un punto muerto. Cuando se conocieron pensaron que su amor duraría para siempre, pero todo ha cambiado. La incógnita que planea sobre todo el metraje es si podrán sobrevivir a su matrimonio. Todo queda bastante claro en la escena de la discusión en el hospital donde ella trabaja, aunque después los dos se pongan a buscar el anillo de casado que él decide tirar a unos arbustos.

Señor y Señora Smith
En comparación con los protagonistas de esta película, el resto de personajes de esta lista son unos meros aficionados de las discusiones de pareja. John y Jane (Brad Pitt y Angelina Jolie) resuelven sus diferencias con armamento profesional. Pero todo tiene su explicación: ambos son asesinos contratados por agencias rivales con el objetivo de eliminar al otro.

Historia de un matrimonio
Esta película de Noah Baumbach es una carta de amor, pero de esas que tienen el corazón ya destrozado, que sigue el proceso de divorcio entre una actriz (Scarlett Johansson) y un director de teatro (Adam Driver). Aunque ambos pretenden disolver su matrimonio de la forma más civilizada posible, sobre todo por el hijo que tienen en común, lo cierto es que no pueden evitar culminar este proceso con la clásica pelea a voz en grito, una de las más memorables del cine reciente.

American beauty
O cuando Lester Burnham (Kevin Spacey) estampa una bandeja de espárragos verdes contra la pared como intento de zanjar una discusión durante una cena familiar. "No me interrumpas, cariño", añade tranquilamente, dejando ojipláticas a su esposa y a su hija.

Antes del anochecer
Jesse y Celine llevan 20 años encontrándose y separándose. Ahora están, por fin, juntos. Él, escritor, vive en París para hacer feliz a Celine, pero su hijo, fruto de una relación anterior, vive en Chicago. Sus despedidas en el aeropuerto cada vez son más duras. Ante la posibilidad de mudarse a Estados Unidos para estar más cerca de él, Celine reacciona a la defensiva, borrando cualquier oportunidad de explorar la idea o llegar a un acuerdo: "Ella nunca te dará el 50% de la custodia y no vale la pena mudarse para verlo solo cada dos fines de semana". Toda la trama de esta película que cierra la trilogía de Antes de amanecer y Antes del atardecer desemboca en la escena del hotel en la que Jesse y Celine discuten como nunca antes lo habían hecho. Sin duda, la máxima debilidad de esta relación que se prologa durante varias décadas es la distancia. "Lo que pasa es que ya no te quiero", dice ella. Fin de la conversación.

¿Quién teme a Virginia Woolf?
Claustrofóbica, dramática e intensa como pocas, terminamos antes enumerando los minutos en los que Martha y George no discuten, simulan que se disparan con un rifle o se lanzan dañinas indirectas en público. Esta pareja amargada y con cierta predisposición por el alcohol utiliza a sus invitados para alimentar el dolor emocional que ambos sienten en el transcurso de una noche angustiosa. Elizabeth Taylor consiguió el segundo Oscar de su carrera por su interpretación en esta película.
