'Vidas rebeldes': 10 curiosidades sobre la última película de Marilyn Monroe (que es también la más desconocida)

Fue el mayor intento de la estrella para que Hollywood la considerase una actriz ‘seria’ y compartió cartel con su admirado Clark Gable, pero también supuso el fin de su matrimonio con Arthur Miller. En su 60 aniversario, recordamos las singularidades de un film que reunió a cuatro grandes leyendas del cine.
Vidas Rebeldes 10 Curiosidades Sobre La

Vidas rebeldes se estrenó el 1 de febrero de 1961 en Estados Unidos, día en el que Clark Gable hubiera cumplido 60 años. Esta fue la última película completa que filmaron tanto él como Marilyn Monroe, dos leyendas del cine clásico. El actor falleció dos semanas después de que finalizase el rodaje a causa de un ataque al corazón. Marilyn pereció por una sobredosis un año y medio después, dejando incompleta la película Something’s got to give (1962). De esta forma, se considera que Vidas rebeldes fue un canto de cisne para ambos, ya que el actor esperaba hacer solo un par de películas más antes de retirarse y pretendía que este fuera el último gran título de su carrera y, en el caso de Monroe, la actriz se apoyó en su alianza con el guionista Arthur Miller, su último marido, para que escribiera el guion que la convertiría, por fin, en una actriz 'seria'.

Vidas rebeldes llegaría a España un año más tarde, momento en el que el publico patrio conocería la historia de Rosalyn Taber (Marilyn Monroe), una mujer recientemente divorciada que, mientras busca su lugar en el mundo, se enamora de Gay Langland (Clark Gable), un cowboy que lucha por mantener su estilo de vida romántico e independiente.

En sus títulos de crédito, que aparecen al principio de la película, las piezas de un puzzle tratan de encajar sin resultado, como metáfora de The Misfits (Los inadaptados), título original del film. Este simbolismo poco contundente, pero limpio y moderno para ser la carta de presentación de un drama con altas dosis de western, pretende poner sobre aviso al espectador: por la película que va a ver a continuación desfilan una serie de personajes que no pretenden encajar en los moldes establecidos y que, como consecuencia, buscan su sitio en el mundo. Rosalyn decide divorciarse porque su marido, simplemente, 'no estaba' aunque estuviese. Gay hace tiempo que se retiró al campo a, simplemente, vivir, levantarse tarde, freírse unos huevos y silbar. Perce (Montgomery Clift) malvive de rodeo en rodeo después de que todo su círculo le haya abandonado. Isabelle (Thelma Ritter) nunca se ha casado, tampoco lo espera y tiene la curiosa habilidad de entablar amistad con cualquier mujer que acabe de divorciarse. Guido (Eli Wallach) sí se casó, pero perdió a su esposa demasiado pronto y jamás volvió a vivir en la casa que había construido para ambos en el campo.

Dirigida por John Huston, Marilyn Monroe tuvo que aprender a montar a caballo para protagonizar este drama, después de haber demostrado en sus anteriores películas sus amplias dotes para la comedia, el baile y la canción. En Vidas rebeldes ni canta, ni baila, ni falta que hace, apoyando su interpretación en un guion que destapó su lado más vulnerable. Aunque su participación estaba clara, la de Clark Gable no lo estaba tanto ya que, en realidad, John Huston quería que Robert Mitchum interpretara su papel, pero a Mitchum no le gustó el guion y lo rechazó. Aunque Huston y Arthur Miller lo reescribieron, ya era tarde: se había comprometido con otra producción. Fue entonces cuando le ofrecieron el papel de Gay Langland a Clark Gable, quien lo aceptó con la condición de tener también voz y voto en los posibles cambios que pudiera sufrir el guion, y la verdad es que empleó este as en la manga sin dudarlo.

Estos son solo algunos de los jugosos detalles que forman parte de la historia de la última película de Marilyn Monroe, pero existen muchas otras curiosidades que enriquecen su leyenda. No te las pierdas.

'Vidas rebeldes' está protagonizada por tres leyendas del cine

Clark Gable, Marilyn Monroe y Montgomery Clift fueron los grandes reclamos de este drama con influencias de western ambientado en Reno. En el momento, Gable era considerado una gran estrella del cine que actuaba siguiendo su instinto, totalmente ajeno al método Stanislavski, sistema de formación de actores que sí seguían Monroe y Clift, con muchas menos películas a sus espaldas. Clark Gable recibió 750.000 dólares por esta película, más una prima por cada semana que se retrasara la finalización del rodaje. Marilyn Monroe percibió 300.000, el mismo sueldo que el director, John Huston, mientras que Montgomery Clift se embolsó 200.000 dólares de la época.

También tiene dos secundarios de excepción: Thelma Ritter y Eli Wallach

El reparto principal se completa con dos personajes secundarios: Isabelle, la amiga de Rosalyn, y Guido, el mecánico que cae rendido a los pies de la reciente divorciada. Antes de Vidas rebeldes, Thelma Ritter era conocida por haber participado en La ventana indiscreta y Eva al desnudo; y Eli Wallach, que se mantuvo en activo hasta 2010, por Los siete magníficos. Marilyn Monroe recomendó a este último, a través de Arthur Miller, para interpretar el personaje a Guido, puesto que ambos se habían conocido años atrás en el Actor's Studio y mantenían una buena amistad.

El guion es de Arthur Miller, último marido de Marilyn

Vidas rebeldes, en principio, fue una historia corta que Arthur Miller escribió en 1956 mientras esperaba a que finalizase su proceso de divorcio de Mary Slattery, su anterior esposa, antes de casarse con Marilyn Monroe. Años después, mientras desarrollaba su guion para apoyar la necesidad de Marilyn de convertirse en una actriz 'seria' - lo terminaría en 1958 -, agregó detalles del pasado de Monroe y de su vida juntos, concretamente, cuando su personaje se prepara para su audiencia de divorcio mostrando su dependencia e inseguridad, presuntamente inspiradas en la actriz. La última obra que Arthur Miller escribe en 2004, Finishing the Picture, trata sobre la realización de esta película.

El modisto Jean Louis firma el vestuario de Marilyn Monroe

Sin embargo, hubo otra diseñadora, Dorothy Jeakins, que también participó en su creación y que habría sido reemplazada del proyecto por desavenencias con la actriz. Independientemente de cual de los dos fuera el responsable de los looks que vemos en el film, lo cierto es que Marilyn Monroe sigue deslumbrando sin necesidad de lentejuelas ni vestidos de fiesta, sino a partir de little black dresses, pantalones vaqueros y vestidos con estampados de cerezas que capturaron su inocencia y vulnerabilidad, al tiempo que insinuaban su sensualidad inherente.

Dirigida por John Huston, uno de los mejores cineastas de la historia

Excéntrico y rebelde como pocos, John Huston ganó dos premios Oscar - por escribir y dirigir El tesoro de Sierra madre - y fue nominado en otras 13 ocasiones. Su carrera se prolongó durante más de cinco décadas y, además de dirigir, fue guionista y comenzó a actuar a los tres años. Entre sus películas más aclamadas se encuentran El halcón maltés, La jungla de asfalto, La reina de África o El hombre que pudo reinar. John Huston también aparece en Vidas rebeldes como uno de los extras presentes en la escena del blackjack.

No solo Marilyn llegaba tarde a los rodajes

En Conversaciones con Billy Wilder, el director, que trabajó con Monroe en Con faldas y a lo loco y La tentación vive arriba, confirma que los retrasos de la actriz en su llegada al set de rodaje podían alcanzar fácilmente las ocho horas. Sin embargo, en Vidas rebeldes no solo ella fue la responsable de la dilatación del rodaje - y eso que el director la citaba más tarde en previsión de que no iba a aparecer antes -, sino que John Huston también era a menudo el culpable de estos retrasos y todos tenían que esperarle ya que, al parecer, se pasaba las noches metido en el mundo de las apuestas.

La escena más complicada

Uno de los momentos más difíciles del rodaje estuvo protagonizado por Marilyn Monroe y Montgomery Clift, en la escena que comparten un diálogo de cinco minutos. John Huston pretendía filmarlo en una sola toma larga, la más larga de toda su carrera. Debido a los antecedentes de ambos intérpretes, conocidos por sus problemas por recordar sus líneas de guion, nadie creía que pudieran lograrlo. Sin embargo, la actriz solicitó que todos los ajenos a esta escena se retirasen del set y también pidió que nadie se colocase en su línea de visión. Así ambos lo consiguieron tras solo seis intentos, regalándole a Huston dos tomas perfectas.

Sí, el que se cae del caballo salvaje es Montgomery Clift

A pesar de que Clark Gable tenía un doble para sus escenas arriesgadas y de las reticencias de Montgomery Clift para rodar las suyas, John Huston insistió en que el actor se subiera a uno de los caballos salvajes para rodar un primer plano. Sin embargo, cuando el caballo perdió el control, arrojó a Clift al suelo, rasgándole la camisa. Esa, precisamente, fue la toma que Huston utilizó en la película.

Durante el rodaje, el matrimonio de Marilyn Monroe y Arthur Miller se terminó

Uno de los motivos fueron los diversos desacuerdos sobre el guion y sobre cómo se había escrito el personaje de Rosalyn Taber. La actriz también acusaba a Miller de haber puesto al director, John Huston, en su contra, ya que sentía que no la trataba adecuadamente. A las pocas semanas del inicio de la producción, Marilyn Monroe y Arthur Miller ya se alojaban en habitaciones separadas, y Miller conocería allí mismo a Inge Morath, fotógrafa que estaba documentando la producción y que más tarde se convertiría en su tercera esposa.

Una producción totalmente controvertida al más puro estilo Hollywood

La filmación de Vidas rebeldes tuvo que lidiar con numerosos frentes abiertos durante su producción. Además de la mala relación entre Arthur Miller y Marilyn Monroe, todo el equipo tuvo que soportar temperaturas superiores a 37 grados, los comportamientos erráticos de la actriz y de Montgomery Clift, ambos tendentes a la autodestrucción, y la paralización del proyecto antes de tiempo porque se agotaba el presupuesto.

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