Aunque a veces lo olvidemos, todas las personas hemos sentido en algún momento de nuestras vidas cierto grado de ansiedad. En términos generales, las manifestaciones de la ansiedad consisten en una respuesta vivencial, fisiológica, conductual y cognitiva, que se caracteriza por un estado de alerta y activación
Precisamente, la neurocientífica y profesora de la Universidad de Nueva York, Wendy Suzuki, asegura que aunque es importante aprender a controlarla, la ansiedad es también una emoción humana totalmente normal que en realidad está destinada a ayudarnos. Según Suzuki, cuando se siente ansiedad se activa el sistema nervioso simpático, que aumenta el ritmo cardíaco, incrementa la respiración y aleja la sangre de los órganos digestivos y reproductores.

"Esta respuesta evolucionó hasta convertirse en una forma útil de afrontar el peligro, pero cuando la ansiedad es constante puede dañar el organismo ya que el estrés prolongado puede aumentar el riesgo de cardiopatías, provocar trastornos como la depresión y causar problemas reproductivos", agrega la experta.
Los dos ejercicios diarios para controlar la ansiedad y aprender a usarla a favor
Haz una lista con problemas y soluciones

Haz una lista de las cosas que te preocupan y piensa en acciones prácticas que puedas llevar a cabo para resolverlas. Según Suzuki, el mero hecho de pensar en cosas que puedes hacer puede resultar satisfactorio, porque devuelve la ansiedad a sus raíces evolutivas. "Al principio de nuestra evolución, la respuesta era luchar o huir, así que poniendo una acción en cada una de esas preocupaciones, vuelves a esa resolución orientada a la acción para tu ansiedad".
Respira e identifica tu emoción

Cuando entendemos lo que es experimentar ansiedad por algo, no solo nos sentimos mejor nosotros mismos sino que también podemos ayudar a las personas que comparten nuestras preocupaciones. "Para entender lo que nos pasa dentro y calmar nuestra ansiedad, es importante conectar con el aquí y el ahora, con nuestro cuerpo. Una excelente forma de hacerlo es a través de la respiración. Inhalar y exhalar lentamente", señala Suzuki.
Además de los dos ejercicios anteriores, Suzuki también recomienda practicar de forma diaria ejercicios. "Cada vez que mueves el cuerpo, liberas dopamina, serotonina, noradrenalina y endorfinas, neuroquímicos que actúan tanto para aumentar los estados de ánimo positivos como para disminuir los negativos", concluye la experta.