El cerebro es el órgano complejo de los humanos. Su funcionamiento es la obsesión de numerosos expertos en el campo de la ciencia y de la psicología que intentan dar respuestas a preguntas y enigmas que, de entrada, parecen imposibles de resolver.
Los profesionales de Psicología Amorebieta señalan en un artículo que "la investigación neurocientífica ha descubierto diferentes puertas que nos enseñan como funciona el interior del cerebro, permitiéndonos ver los múltiples tipos de cambios que el trauma psicológico provoca en él: la alteración de la activación de diversas estructuras e incluso la modificación de su volumen, la conectividad entre determinadas áreas, las ondas cerebrales y las sustancias neuroquímicas".

Además, los citados expertos añaden que "los estudios de neuroimagen y psicofisiológicos nos han dado pistas sobre qué es lo que sucede realmente en el cerebro cuando alguien experimenta un trauma. En dichos estudios, se han destacado cinco áreas principales del cerebro que resultan afectadas por la experiencia traumática". Asimismo, recalcan que "es importante tener en cuenta que ninguna de ellas está aislada o funciona sola; todas están interconectadas, y recuperarse del trauma significa aumentar la interconectividad y crear un cerebro más integrado".
Pese a que hay ciertas diferencias sobre cómo tratar un trauma en función de cada profesional autorizado, la terapia de choque es una de las técnicas psicoterapéuticas que aún emplean algunos expertos, pese a que su uso genera debate a nivel ético. Si consideras que necesitas apoyo psicológico, te invitamos a acudir a la consulta de un profesional avalado para que pueda realizar un estudio personalizado de tu caso.

El equipo del Centro Integral de Psicología subraya en un artículo que "la terapia de choque es una técnica psicoterapéutica que consiste en la exposición repetitiva y controlada a un estímulo aversivo con el objetivo de cambiar el comportamiento del paciente y aliviar los síntomas de un trastorno psicológico o emocional".
Los profesionales añaden que "el propósito de esta técnica es que el paciente aprenda a controlar su respuesta emocional al estímulo aversivo y reduzca su ansiedad y estrés asociados al mismo". Asimismo, no dudan en confirmar que "se ha utilizado en el pasado para tratar una variedad de trastornos psicológicos, como la ansiedad, la fobia y el trastorno obsesivo-compulsivo, pero su uso ha disminuido en las últimas décadas debido a las preocupaciones éticas y a la existencia de alternativas más seguras y efectivas".

Los expertos señalan que "desde un punto de vista ético, la terapia de choque debe ser utilizada como último recurso, cuando otros tratamientos no han sido efectivos. Además, debe ser administrada por personal médico calificado y con el consentimiento informado del paciente". Así que no se aconseja esta técnica como primer recurso para tratar a un paciente.
La confusión temporal, la pérdida de memoria a corto plazo y varios problemas cognitivos son algunos de los efectos secundarios de esta terapia cuyo nacimiento se remonta a la década de 1920.
En la actualidad la innovadora técnica EMDR, una terapia eficaz para superar eventos traumático, continúa ganando cada vez más peso, como consecuencia directa de los efectivos resultados que ha demostrado en los pacientes que se han sometido a ella, con el objetivo de superar episodios traumáticos de su pasado.