Los Juegos Olímpicos de París son el epicentro internacional de la actualidad. Más allá de su fuerte impacto en el universo deportivo, la cita olímpica 2024 es una gran oportunidad para ver a royals europeas en plena acción. Tras el acierto de doña Letizia con un vestido de alta costura de Dior en la recepción dedicada al Equipo Olímpico Español en la Embajada de España del pasado jueves, Máxima de Holanda pide a gritos su dosis de atención.
La monarca de Países Bajos está muy comprometida con los atletas holandeses y sus apariciones han sido diarias desde el estreno de los Juegos Olímpicos. A lo largo del fin de semana, la hemos visto acompañada por sus hijas, las princesas Alexia y Amalia y el rey Willem-Alexander. En todas y cada una de sus apariciones, la reina ha dejado claro que la moda es uno de sus fuertes y que el naranja (símbolo de la patria neerlandesa) es un color de lo más versátiles y favorecedor.

Con el fin de triunfar en la ceremonia de los Juegos Olímpicos de París, que tuvo lugar el viernes 26 de julio, la monarca se decantó por un combo infalible: traje de chaqueta negro, top blanco (perteneciente a la selección holandesa) y pañuelo naranja en mano. Sin lugar a dudas, un look atemporal y muy acertado para una jornada relativamente poco formal.

La Familia Real neerlandesa no dudó en fotografiarse con parte de las atletas de su país el pasado sábado. Negro y naranja fueron los protagonistas del estilismo de la reina, que se dejó seducir por un vestido largo del color de su patria y una americana negra que jugaba al contraste cromático.

La última aparición de Máxima de Holanda sucedió ayer en la cita con la natación. Para la ocasión, escogió un conjunto de estampado paisley de Etro. Un outfit de alma boho chic con el que la reina se sentía muy cómoda. De nuevo, un pañuelo naranja se convierte en símbolo de apoyo a la selección de atletas de los Países Bajos.