Nos encanta dividir el mundo en dos tipos de personas. Da igual que sea entre quienes prefieren la tortilla con cebolla y quienes la prefieren sin, las que prefieren el mar o las que prefieren la montaña o simplemente algo tan cotidiano como quienes dan dos besos y quienes no: ordenar el mundo nos da paz. Esa pequeña clasificación, por absurda que sea, nos da cierta estabilidad y nos divierte.
Por eso no es de extrañar que también hayamos intentado extender este ansía de clasificar a las personas en el ámbito de la psicología. Como nos explican los expertos de Unobravo, “ninguna persona se reduce a etiquetas tan generales como buena o mala”, siendo el hablar de diferentes tipos de personas y personalidades “algo ampliamente discutido en psicología, y a lo largo de la historia, que han desarrollado diversos criterios para clasificar los tipos de personas”
Por qué es peligroso etiquetar a las personas
"Ninguna persona se reduce a etiquetas tan generales como “buena” o “mala”. De hecho hablar de diferentes tipos de personas y personalidades es algo ampliamente discutido en psicología, y a lo largo de la historia, se han desarrollado diversos criterios para clasificar los tipos de personas" explican.

Algo en lo que coincide Susana Iborra, psicóloga, sexóloga y terapeuta de parejas, quien “no está demasiado de acuerdo en que existan personas tóxicas o vitamina, en catalogarlas tal cual” sino que “cree que, depende de con quién estemos o de un momento concreto, podríamos actuar de uno u otro modo o ser para una persona una persona vitamina, y para otra no serlo”.
También Raquel López, dietista y psicóloga en el centro de nutrición y psicología e nutrición y psicología Laura Jorge, apunta que "decir que una persona es “x” y poner una etiqueta puede no ser del todo correcto en algunos casos. Hay personas con un conjunto de rasgos de personalidad más o menos interesantes y conductas que llevan a cabo estas personas más o menos interesantes".
"Una persona no es tóxica, pero puede comportarse o tener conductas disfuncionales que le hacen daño o que repercuten y afectan a su entorno, y esto no quiere decir que esta persona sea tóxica, sino que tiene unas circunstancias que le llevan a actuar así" completa Raquel López, "por eso puede ser hasta peligroso que alguien pueda etiquetar a una persona como tóxica o incluso como vitamina".
Y es que en los últimos años hay varios “tipos” de personas que se han popularizado mucho en este ámbito, pero destacan sobre todo las personas tóxicas y las personas vitamina. No es que una sea la opuesta de la otra como tal, porque en esencia son conceptos que pueden incluso convivir, en función de quién dé el juicio de valor que determine uno u otro tipo, pero a menudo se suelen ver en un contexto similar. Hoy hemos recurrido a expertos para discernir qué es cada uno de estos conceptos, cómo distinguirlos y cómo actuar ante ellas.

Personas vitamina y personas tóxicas: los peligros de estas terminologías
"Si etiquetas a una persona como vitamina, puedes estar poniendo expectativas en ella de que nunca puede estar mal, mientras que si pones la etiqueta a una persona de tóxica puede generar una indefensión que hace que no pueda comportarse de otra manera" explica Raquel López. Esto no significa que no podamos crear ciertos rasgos de personas tóxicas o las llamadas "personas vitamina", pero sí que no podemos reducirnos exclusivamente a ello.
Cómo son las "personas tóxicas"
"Un comportamiento tóxico tiene como características principales: el comentario negativo hacia ideas o apariencias del resto, a tener un comportamiento que genere conflicto, a ridiculizar, a manipular, al egoísmo, a la victimización… Cuando todas estas conductas se transforman en un patrón es cuando se suele clasificar a la persona como “tóxica”, así que aportar lo que se dice aportar… nos generarán malestar, malentendidos y relaciones complicadas" nos explican los expertos de Unobravo.
Cómo son las "personas vitamina"
"'Persona vitamina' viene a raíz de un libro escrito por la famosa psiquiatra Marian Rojas para hacer referencia a aquellas personas que nos proporcionan energía positiva" explican los expertos de Unobravo sobre esta otra famosa categoría, "según la psiquiatra que les ha dado este nombre, son esas personas con las que se puede contar porque representan un apoyo, nos transmiten confianza, nos animan y nos inspiran".

La importancia de tener en nuestra vida a todo tipo de personas
Si bien nadie recomienda tener a "personas tóxicas" en su círculo cercano ni en su día a día, como apunta la psicóloga Raquel López "es importante permitirnos en la vida equivocarnos, caer y levantarnos. La característica más interesante que puede tener una persona es la resiliencia y la aceptación incondicional de uno mismo. Saber que no siempre podremos actuar como nos gustaría y como sería interesante para nosotros o el resto, pero permitirnos aprender de cada vivencia sin juzgarnos, solo con entendimiento, comprensión y amabilidad". Es decir, concluye, "la idea es permitir que las personas puedan ser vitaminas o tóxicas en algún momento si las circunstancias así lo determinan".
Una idea que comparten los expertos de Unobravo, aunque con diferencias, pues ellos afirman que "es importante prestar atención a los patrones de comportamiento y las formas de interacción de las personas" y que "idealmente, es bueno rodearnos de personas que nos aporten de manera positiva, nos sean de apoyo y nos ayuden a crecer. Casi todas las personas han sentido alguna vez que tras quedar con un amigo o una compañera de trabajo se sienten de mejor humor e incluso con energía renovada".
