En los anteriores capítulos de 4 estrellas, Diego se había encontrado con un recordatorio en su móvil sobre su aniversario de bodas con Paula. Pero este año, con su memoria hecha un lío por el golpe, la fecha había sido un batiburrillo de recuerdos y confusión. Y ahora que ya sabíamos qué había pasado de verdad antes de que Diego se diera el tortazo desde la ventana del hotel Lasierra.
Ahora que Luz había cimentado su relación recién retomada con Ainhoa y se había ido a vivir con ella, a Javier le daba nostalgia y había intentado estar muy metido en la vida de su hija. Aunque, quizás, demasiado. Mientras tanto, a Arturo le había llegado una oferta que podría haberle llenado los bolsillos. Pero, para llevar a cabo sus chanchullos, primero había tenido que negociar con la representante de un grupo ecologista.
Luz y Ainhoa se habían llevado un notición que podría haberles cambiado la vida para siempre, y estaba relacionado con el deseo irrefrenable de maternidad de Ainhoa. Llevaban viviendo juntas apenas unos días y ya se estaban enfrentando a otra decisión de las gordas. ¿Cómo se habría apañado Luz en ese nuevo panorama?
En el capítulo de esta noche, aunque Diego había pasado de investigar a fondo qué le llevó a terminar hecho un cuadro en el suelo y con la memoria en blanco, la investigación de la Guardia Civil sigue adelante. Ahora, están centrados en Carolina, la abogada con la que Diego estuvo charlando justo antes del incidente. A pesar de sus rollos, Laura ha hecho que Arturo sienta cosas que no sentía desde que se divorció de Felisa. Pero una oferta de trabajo podría cambiarlo todo.
La pelea entre Marta y Paula por reconquistar el corazón de Diego sigue en marcha. La pequeña de las Lasierra está planeando una escapada para intentar reconquistar al abogado y retomar la relación que estaban empezando antes del golpe. Pero una confesión de Diego en el peor momento posible acaba desencadenando un lío.
Andrea, el primo carabinieri de Menchu que está haciendo un intercambio con Javier y Martínez, ha sido el primero en pasarse por la consulta psicológica de Bea, la sobrina de Marifrán. Una ayudita que le vendría bien a Silvia, que acaba de decir adiós a su hermana Clara y ahora se está peleando con su hija Luz por las últimas noticias sobre su relación con Ainhoa.
