Hay ocasiones que requieren prendas capaces de sorprender. Por eso, nos esmeramos en escoger texturas que guardan secretos por descifrar. Carolina de Mónaco, en el 100 cumpleaños del Príncipe Rainiero III, ha demostrado ser perfectamente consciente de esta regla que siempre ha guiado las alecciones de vestimenta de la realeza. No solo ha sido la hija de Grace Kelly, durante estos años, celebrities de la realeza se han ganado al pueblo a través de estilo y reinas y princesas como Letizia Ortiz o Kate Middleton lo han demostrado con creces.

Conduciendo un coche antiguo, Carolina de Mónaco así hizo su desfile por las calles de Montecarlo, recibida por una multitud del pueblo y espectadores que la adulaban. Así era como ella regalaba el lookazo digno de ser puesto en un libro de historia de moda.
La prenda en cuestión que lució se trata de un vestido largo y suntuoso en color rojo llameantes adornado con un bordado de rosas rojas, que favorecen la silueta de la royalty ya que hace que no sea solo un vestido rojo. El vestido lucía largas mangas abullonadas de tres cuartos y un escote en "V". Para acompañar esta joya de la moda, se coronó con un medallón dorado, un ejemplo perfecto de lucir accesorios dorados con elegancia y refinamiento de estilo en un formato de vestido maxi.

Otro de los accesorios que lució fue el modelo de bolso Chanel Flap, en tonos amapola, con un pequeño reloj de inspiración vintage. Para los zapatos escogió unas bailarinas abiertas en tonos rojo y blanco que relajaban el estilismo para una cita de día.
El color rojo era especial ya que representaba uno de los tonos que compone la bandera del principado en honor al Príncipe que cumplía 100 años. Un ejemplo más de la elegancia y el estilo al más puro estilo royal.
Un artículo publicado originalmente en Marie Claire Italia. Traducción y adaptación: Paula Manso.