En un momento en donde la exigencia laboral es muy alta y la conciliación muy complicada podemos llegar a sentir una gran frustración y tristeza por no llegar a todo. Descubre estos dos consejos (infalibles) para conciliar la vida laboral y familiar (y no morir en el intento). Es un hecho: nos hará estar con un mood más feliz.
Apostar por la flexiseguridad para ser feliz
Profesionales como la psiquiatra María Velasco ha insistido en más de una ocasión en que, sobre todo los padres y madres, deberían dar la espalda a la sociedad que nos hemos montado: tan competitiva, tan exigente y con tan poco tiempo para dedicar a las personas que más nos necesitan.
Esto nos puede llevar a ser tan infelices. Siempre corriendo, siempre demostrando nuestra valía, siempre con miedo a no ser demasiado buena en lo que hacemos. Pero esto podría cambiar.
Como indica José Manuel Corrales, profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea, "existen hoy en día muchísimas medidas y estrategias de flexibilidad laboral que, además de ser realistas, contribuyen a una mejora sustancial de la productividad y de la competitividad de las empresas".
En los países nórdicos se ha acuñado un término llamado flexiseguridad para que la flexibilidad en las relaciones laborales esté en consonancia con la seguridad y estabilidad en el puesto de trabajo.

"Hay experiencias, estudios y procedimientos que se han llevado a cabo por universidades europeas y estadounidenses que afirman que una reducción de una jornada laboral no sólo supone un cambio en el rendimiento de las empresas, sino que trae consigo una mejora de la productividad y un aumento de los beneficios”, añade el profesor.
“La inversión en igualdad, en prevención de riesgos laborales y en conciliación de la vida laboral y familiar es una apuesta que nos hace mejores como sociedad".
Sin embargo, los datos apuntan a que vamos para atrás. Según el último estudio de Infojobs, solo el 35% de los encuestados afirmó que le resultaba fácil compaginar ambos ámbitos, frente al 41% de la edición anterior.
"Cada uno tiene su propio equilibrio, ese punto donde la vida personal y profesional es ideal, y es importante encontrarlo. Si dejamos que el bienestar personal dependa de otras personas, corremos el riesgo de que nunca ocurra”, apunta Mónica Pérez, directora de Comunicación, Estudios y RRII de InfoJobs.

La directora de comunicación de Infojobs añade que “Es fundamental recordar que uno mismo siempre puede hacer algo para cambiar las cosas que no le gustan (desde las opciones más radicales hasta las más simples)”.
Conocerse a una misma para ser feliz
Es importante aprender a identificar cómo nos sentimos y qué necesitamos para gestionar mejor las situaciones difíciles. Una tarea que no siempre es sencilla.
"En muchas ocasiones uno se limita a ir sobreviviendo sin parase a conectar con cómo está, bien porque no sabe cómo conseguirlo o porque hacerlo le genera mucho sufrimiento", explica la Dra. Rosa Perteguer, adjunta del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid.
Debemos descubrir qué cosas nos generan malestar y cuáles nos ayudan a poder cuidarnos y sentirnos mejor, y esto es diferente para cada persona. "A veces puede dar miedo hacer cambios y salir de la inercia en la que nos encontramos, aunque no nos guste, ya que en cierta medida nos da seguridad lo conocido", añade la doctora.
Hay que correr ciertos riesgos si se quiere cambiar la forma en la que estamos enfrentando la vida, aceptar que no podemos llegar a todo, validar nuestras emociones (y las de los demás) y permitirnos sentirlas.
Tener una buena red de apoyo social y mantener las actividades que nos son gratificantes, aunque creamos que no tenemos tiempo para ellas, también puede ayudarnos a sentirnos mejor en momentos complicados.