En la última década, el estilo flamenco, que a menudo ha sido descrito como "tosco-refinado", no ha dejado de cautivar al mundo del diseño. Este estilo se identifica por su predilección por la sencillez y los elementos antiguos, en donde los materiales nobles y el arte contemporáneo se mezclan con antigüedades.
Sus máximos exponentes, como Axel Vervoordt y Vincent van Duysen, ya son conocidos, pero una nueva hornada de jóvenes arquitectos y diseñadores de interiores está cobrando importancia. Nicolas Schuybroek, Karen Draaijer, Lapere Stephanie, Nathalie y Goris son algunos de los nombres que darán mucho que hablar en el futuro.
Artesano e interiorista
De entre estos talentos emergentes, destaca la figura de Joris van Apers, que propone una visión ligeramente distinta del diseño interior convencional. Fantástico artesano, su empresa familiar se ha dedicado a la recuperación de materiales de construcción, como chimeneas clásicas de piedra y elementos arquitectónicos desechados.

Joris trabaja con muchos arquitectos y diseñadores de interiores, suministrándoles piezas especiales. Y ahora ha empezado a realizar proyectos personalizados que lleva a cabo de principio a fin. Uno de estos proyectos recientes es el de esta casa cerca de Gante, en Bélgica. Joris cuenta que "desde el principio, fue un placer trabajar con el cliente.
Resultó ser una persona capaz de proporcionar soluciones creativas a los retos técnicos, por lo que gran parte del trabajo de diseño que hicimos fue fruto de un intenso intercambio de opiniones entre las dos partes. Desde el primer momento entendió perfectamente nuestras ideas y las limitaciones a las que nos enfrentábamos".
Este ambiente se ha logrado gracias a un empleo extensivo de una gama de colores naturales y tierra, que se dejan notar por toda la casa. Joris pone mucho empeño en conseguir la textura de la pintura y el color acertados, fundamentales para lograr ese aspecto "tosco-aunque-refinado" que tan bien maneja.

Los colores que eligió para esta casa le aportan vitalidad, así como una sensación de calma que da paso a un estado de bienestar. "Me encanta experimentar con el color. Es una herramienta que tiene una gran capacidad para activar los sentidos.
Tengo mucha influencia de los afamados artistas flamencos, ya sean de los clásicos o de los modernos, que conocían bien el poder persuasivo del color", afirma Joris.

Contenedor de arte
Como buen artesano, Joris ha aprendido a dar buen uso a materiales desechados y lograr con ellos un gran impacto. El dueño de la casa es un apasionado del arte y un ávido coleccionista.
Mientras que el cuarto de estar principal está reservado a obras de James Ensor, un destacado pintor y grabador belga de finales del siglo XIX, en el comedor-biblioteca reina Monet.
Parte de las especificaciones de la obra recibidas por Joris consistieron en crear el ambiente ideal para que la pinacoteca del propietario brillase con luz propia, sin que el color de las paredes o el mobiliario le restasen protagonismo.

Eso tuvo como consecuencia que, vista la época y la naturaleza de la colección de arte, se descartasen por inapropiados los muebles modernos, por lo que, en general, se combinaron piezas vintage cuidadosamente seleccionadas con otras, más humildes y toscas, como mesas y demás muebles rústicos tallados en madera y con ropa de casa ecológica y telas venecianas de profunda riqueza.
Las porcelanas orientales del dueño conviven aquí con elementos provenientes de la oficina de objetos perdidos para formar un conjunto que hace de este espacio el ideal para conservar objetos de gran belleza.