Gilda cumple 75 años: 10 curiosidades sobre la película que convirtió a Rita Hayworth en una estrella
Sobre el vestido negro, la melena pelirroja y el baile más sensual que elevaron a este film de Charles Vidor a la categoría de gran clásico de la historia del cine.
Aunque Rita Hayworth ya se había hecho un nombre en Hollywood actuando y bailando en algunas películas como Las modelos o Bailando nace el amor, el 25 de abril de 1946 su vida dio un vuelco. Con el estreno de Gilda, la actriz se convertía definitivamente en una de las estrellas más importantes de la meca del cine, y también en un mito del celuloide, más adelante, tras su temprana desaparición a los 68 años, debido a complicaciones derivadas del Alzheimer que padecía.
De hecho, su interpretación y el retrato de su sensualidad en esta película en concreto han conseguido que la mayoría de los espectadores apenas recuerden el argumento de Gilda, que acaba de cumplir 75 años. Recordémoslo: en este film que pertenece al género del cine negro, Johnny Farrell (Glenn Ford) es un especialista en juegos de azar estadounidense que 'crea su propia suerte' y que acaba de llegar a Buenos Aires. Allí conoce a Ballin Mundson (George Mcready), el propietario de un casino que le rescata de un asalto callejero y decide convertirle en su mano derecha. Sin embargo, todo se complica cuando Farrell descubre que Mundson está casado con Gilda (Rita Hayworth), una antigua amante suya con la que no terminó demasiado bien.
Este triángulo amoroso que surge en un contexto de timbas clandestinas de naipes y juegos de azar está dirigido por Charles Vidor, cineasta húngaro que ya había trabajado previamente con Rita Hayworth y que quería a Humphrey Bogart en el papel de Johnny Farrell. Sin embargo, el actor lo rechazó argumentando que si Hayworth interpretaba a Gilda, el público no miraría a nadie más. No le faltaba razón.
De esta forma, el personaje principal - lo es, aunque el cartel y el título de la película indiquen lo contrario - fue a parar a manos de Glenn Ford, que no había participado en ningún film desde Destructor (1943), porque había estado sirviendo en el cuerpo de los Marines durante la Segunda Guerra Mundial. Por su parte, Rita Hayworth acababa de interpretar a Rosalind Bruce en Esta noche y todas las noches, y también se encontraba en medio de una de sus rupturas sentimentales con Orson Welles. Por este motivo, las revistas de la época se hartaron de vender ejemplares publicando chismes sobre una supuesta relación entre Ford y Hayworth (que luego no resultaron ser del todo mentira), preocupando seriamente a Harry Cohn - magnate de Columbia quien, al parecer, decidió colocar micrófonos ocultos en los camerinos de las estrellas para espiarles - por la mala prensa que esto suponía para la película a mediados de los años 40.
Estos son solo algunos de los jugosos detalles que rodearon a una de las producciones más famosas de la historia del cine, pero existen muchas más curiosidades que engrandecen su leyenda. No te las pierdas.
La fila de espectadores en el Radio City Hall de Nueva York daba la vuelta a la manzana
Recién finalizada la Segunda Guerra Mundial, entre el público predominaban los uniformes militares. Nada extraño si tenemos en cuenta que Rita Hayworth era la protagonista de las imágenes más sensuales de la época y numerosos soldados y marineros habían llevado consigo fotos de la artista en los momentos más duros de la contienda. Por este motivo, por nada del mundo pensaban perderse el estreno de esta película en la que la figura de la actriz enfundada en un ajustado vestido de noche les desafiaba desde el cartel, guardando pacientemente su turno para conseguir una entrada.
Columbia Pictures
Su estreno fue escandaloso
Las organizaciones moralistas de Estados Unidos pusieron el grito en el cielo. ¿El motivo? La forma en que la que Rita Hayworth se quitaba los guantes en una de las escenas más seductoras de la historia del cine permitía que los caballeros dejaran volar su imaginación sin necesidad de que ella lo mostrase todo. Sí, las mujeres se escandalizaron y los hombres acudieron en masa a ver la película. Y cuantas más protestas se generaban a su alrededor, más gente se concentraba en las taquillas de los cines. El escándalo trascendió las fronteras de Estados Unidos y llegó a Europa. Concretamente, en España aterrizó dos años más tarde, en 1948, por cuestiones relacionadas con la censura. Sin embargo, la influencia de Gilda fue tal que se convirtió en el nombre y la inspiración de una popular tapa de aceitunas, anchoas y pimientos trinchados en una banderilla.
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El famoso número del guante no estaba en la historia original de Gilda
El film fue estrictamente concebido como un drama sin números musicales. El guion no estaba terminado cuando empezó el rodaje y a menudo se reescribían las escenas poco antes de rodarlas. Por este motivo la película parece estar poco cohesionada en algunos momentos, pero a nadie en Columbia parecía importarle demasiado este caos. Eran conscientes de que su gran baza era Rita Hayworth, así que decidieron añadir un par de escenas musicales para el lucimiento de la estrella. El coreógrafo Jack Cole preparó dos números: Amado mío y Put the blame on Mame. Ella puso el resto: mirada desafiante, vestido con apertura delantera, guantes negros por encima de los codos. "No se me dan bien las cremalleras" - dice -, "pero si alguien me ayuda…" Y se desataba la locura entre el público de la famosa escena. Rita Hayworth rodó esta secuencia en tan solo dos tomas.
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El vestido negro fue diseñado por Jean Louis
El creador de los vestidos más memorables de la época dorada de Hollywood - Salomé, Ha nacido una estrella, Me enamoré de una bruja,… - fue también el responsable del vestido de raso negro sin tirantes de Gilda. Para confeccionarlo se inspiró en el que luce la protagonista del Retrato de Madame X, pintura de John Singer Sargent que se expone en el Museo Metropolitan de Nueva York.
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El pelo de Rita Hayworth es el gran protagonista de la escena de presentación de Gilda
La melena ondulante, esponjosísima y pelirroja de Rita Hayworth es un personaje más de la película. De hecho, Gilda parece emerger de ella en la escena en la que se presenta a su personaje y tiene su primer encuentro con Johnny Farrell. La responsable de mantener su pelo en este estado de gracia era Helen Hunt, especialista en peluquería y maquillaje que trabajó en más de 200 películas. Coincidió posteriormente con la actriz en La dama de Shanghai y La diosa de la danza.
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En realidad, Rita Hayworth no es quien canta
La voz sobre la que Rita Hayworth hace playback en Amado mío o Put the blame on Mame pertenece a Anita Ellis, la misma cantante que la dobló en La dama de Shanghai y en La diosa de la danza.
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Además del sensual baile, existe otra escena igual de famosa
Las convenciones hollywoodienses de la época exigían castigar la 'desvergüenza' de los personajes como Gilda. De esta forma, tras este momento se produce otro que acabó siendo igualmente célebre: cuando Glenn Ford abofetea a Rita Hayworth. Sin embargo, esta no es la única escena en la que los dos personajes llegan a las manos. Cuando Gilda regresa a Argentina y se reencuentra con Johnny, su recibimiento también culmina con varios tortazos en ambos lados de la cara. Como consecuencia, a Glenn Ford se le rompió un diente, pero mantuvo el tipo hasta que terminaron de rodar la toma.
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El romance ente Glenn Ford y Rita Hayworth fue real
Las revistas del corazón de la época no parecían ir muy desencaminadas. Aunque ninguno de los protagonistas realizó ninguna declaración al respecto durante la filmación de la película, el propio actor confirmó el affaire en una entrevista muchos años después.
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Gilda tuvo un estreno muy accidentado en España
Gilda se estrenó en el cine Palacio de la Música de Madrid, pero lejos de ser una premiere sin sobresaltos, lo cierto es que un grupo de personas arrojó un cubo de tinta negra a la pantalla. Durante los meses siguientes también se sucedieron diferentes altercados, pero esto no afectó a sus resultados en taquilla, ya que el público seguía haciendo cola para ver la película.
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La película está basada en una novela negra
El guion de Gilda, adaptado por Jo Eisienger y Marion Parsonnet, está basado en una historia anterior de E.A. Ellington.
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