Es la Era del Remake de las películas y sagas más exitosas de los 2000. Como ya habíamos hablado en Marie Claire, Harry Potter será una serie de HBO. Ahora le toca el turno a la mítica saga de vampiros de Sthepenie Meyer: 'Crepúsculo', que recaudó más de 400 millones de euros desde 2008 hasta 2012. Algo con lo que el fandom está asustado es saber si va a ser fiel a los libros y las películas o será una nueva versión feminista.

Qué es lo que no queremos que se vuelva a ver en las pantallas de nuestra casa
Lo primero y más importante es que no queremos una relación de acoso, abusiva, dominada por el miedo y la falta de respeto mutuo. Así es, todas estas palabras son el resultado de la relación que los protagonistas (vampiro y humana) tuvieron desde la primera película.

Si echamos la vista al pasado, Edward perseguía a Bella para “protegerla” y "salvarla" de un accidente, le prohibía ver a ciertos amigos por no “ser buena compañía” para ella, la humillaba y utilizaba la técnica del Gaslighting para que las palabras de ella perdieran valor cuando ocultaba su secreto: ser vampiro. Además, el control era tal que no la dejaba verse con Jacob, el hombre lobo.
Todos estos estereotipos tóxicos no queremos que se representen romantizados, sólo si se va a reivindicar que lo que sucede en este tipo de situaciones, es fruto de una relación que no es sana.
A nivel técnico, queremos que el producto esté bien elaborado. Cuando se rodó la primera película, la productora no contaba con mucho presupuesto y es por eso por lo que el vestuario no era de calidad, las pelucas se veían bastante cutres y el maquillaje demasiado rígido.

Si hablamos ya de los efectos especiales, como cuando Edward se pone al sol y empieza a brillar de forma extraña. Aunque esa cutrez sea la esencia del éxito de la saga, el nuevo contenido tiene que tener un mínimo de calidad y que no sea cutre.
Qué es lo que sí queremos ver en los nuevos capítulos
Queremos una mujer protagonista empoderada que no tema a un señor que tiene horchata a modo de sangre en las venas. Además, queremos un reparto de caras que no sean conocidas para poder construir un personaje desde cero. Queremos un Edward Cullen y un Jacob Black que no luchen por "el amor de una chica" sino que se comuniquen y hablen con ella acerca de los sentimientos y emociones que tienen.

Queremos nuevas historias, entre las que se puedan ver colectivos representados como el colectivo LGTBQ+ para que más espectadores y el fandom se vean representados en estas historias o simplemente quieran ver este tipo de tramas.
Introducir tramas e historias del colectivo es una forma de tener éxito. Películas como 'Call me by your name' triunfaron por naturalizar una historia de amor del mismo sexo.
Ahora les toca a los vampiros y a los lobos modernizarse y hacer una seriaza que deje con la boca abierta a todos los espectadores y corrijan toda actitud machista que desde tiempos inmemorables ha estado romantizándose.