La década de los 60 terminó con la rivalidad no resuelta entre hippies y mods. De esta forma, la moda de los 70 no supo muy bien qué dirección tomar en un primer momento y, como resultado, se convirtió en un crisol de tendencias en el que convivieron pacíficamente los pantalones acampanados con los vestidos bohemios, los flecos y el estampado tye-dye, el look preppy con los vaqueros de patch-work, las faldas midi con las botas altas y las sandalias de plataforma con los motivos étnicos. En última instancia, la comodidad y la informalidad ganaron la batalla de la moda entre los más jóvenes, adaptando el estilo mod con menos vinilo y elevando el hippismo a un nivel más sofisticado y con menos reminiscencias campesinas.
Las reglas del juego de la moda se fueron reinventando sobre la marcha y las siluetas rompieron, incluso, la barrera de los géneros hasta llegar a su máxima expresión con el estilo glam de David Bowie y Grace Jones.
Toda esta revolución en clave fashion se trasladó también a la pantalla grande, quedando patente que, al igual que ha ocurrido posteriormente, en los 70 podías ser cada día una cosa diferente. Como antecedente del maximalismo de los 80, una década antes ya se consideraba que las prendas habían nacido para ser combinadas sin pudor… y después ya se vería si la mezcla tenía algún sentido.
Teniendo este atrevimiento en cuenta, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que las it girls de los 70 abrieron el camino a todas las prescriptoras de estilo que vendrían después, demostrando que las 'normas', cuando hablamos de moda, están para saltárselas.
Si Lauren Hutton, Farrah Fawcett, Iman, Stevie Nicks, Marianne Faithfull, Anita Pallenberg, Bianca Jagger o Jerry Hall impactaban con su estilo en la vida real, Jane Fonda, Diana Ross, Ali MacGraw y Diane Keaton, entre muchas otras, lo hacían también desde la gran pantalla gracias a títulos como Klute, Mahogany, Love story o Annie Hall, y al talento de grandes nombres del diseño de vestuario como los de Ann Roth y Ruth Morley.
Moda y cine siempre han ido de la mano. Muestra de ello son los estilismos más recordados de la gran pantalla, de los que nunca nos cansamos de hablar. Algunos están en esta lista de películas que hemos recopilado a continuación y son la inspiración más genuina sobre la década de moda más en tendencia en esta primavera-verano 2021. También se trata de grandes películas reconocidas por la crítica, por lo que tenemos un doble motivo para añadirlas a nuestra lista de reproducción desde hoy mismo.
Jenny en Love story (1970)
El vestuario de Ali MacGraw en esta película ha definido el estilo preppy de Estados Unidos desde el momento de su estreno, con diseñadores como Ralph Lauren y Tommy Hilfiger replicándolo en muchas de sus colecciones a día de hoy.
Bree Daniels en Klute (1971)
Jane Fonda ganó el Oscar a la mejor actriz protagonista por su interpretación en esta película. Ann Roth se encargó de su vestuario, uno de los más modernos de todos los tiempos, responsable de poner de moda los bolsos de flecos, las faldas midi y las botas altas de piel.
Tracy en Mahogany, piel de caoba (1975)
Tracy es una aspirante a diseñadora de moda de Chicago. Se inscribe en una escuela con la esperanza de convertirse en una de las mejores del mundo. Su ambición la lleva hasta Roma, donde debe elegir entre seguir al hombre que ama o su propio éxito profesional. Mientras vemos cómo supera esta complicada conyuntura, disfrutamos de un increíble vestuario setentero y de las tendencias de la década, a través de los diseños de la propia Diana Ross, protagonista de la película.
Iris en Taxi Driver (1976)
El look Lolita de Jodie Foster en esta película - diseñado por Ruth Morley - consiguió convertir el dúo de camisa anudada al ombligo y los pantalones mínimos en el uniforme femenino de las jóvenes de buena parte del mundo a mitad de los 70.
Annie en Annie Hall (1977)
A día de hoy, no hay duda de que el vestuario de Annie Hall ha definido una época. Diane Keaton defiende su propiedad, al igual que la diseñadora de vestuario Ruth Morley que, en su día, aseguró haberlo buscado y encontrado la mayoría en tiendas de segunda mano. Más allá de su origen real, lo cierto es que el vestuario de la protagonista de Annie Hall creó una tendencia que sigue siendo continuamente revisitada en la actualidad.
Joanna en Kramer contra Kramer (1979)
Su vestuario en tonos tierra encaja a la perfección con el otoño neoyorquino permanente que se vive en esta película. El estilo de Joanna (Meryl Streep) se rige por la rutina y se mantiene siempre elegante gracias a una prenda estrella: la gabardina de largo tres cuartos de Burberry.
Elvira en El precio del poder (1983)
El personaje de Michelle Pfeiffer es la reencarnación del estilo de la discoteca Studio 54 en la pantalla grande. Sus escotes vertiginosos, sus prendas de satén y sus slip dresses son un clásico más de moda que nunca.
Lux Lisbon en Las vírgenes suicidas (1999)
Nancy Steiner, diseñadora de vestuario, convirtió a las hermanas Lisbon en el cuarteto más romántico de Detroit. Lux Lisbon (Kirsten Dunst), la más rebelde, decidió coquetear con otros estilismos lejos de la mirada paterna, pero lo cierto es que no todo iban a ser cuellos halter, micro shorts y ropa ajustada en la década de los 70. Las Lisbon nacieron para ser vintage.
Penny Lane en Casi famosos (2000)
Han pasado más de dos décadas desde el estreno de esta película y, al igual que en el caso de los anteriores, todavía no nos hemos olvidado de los estilismos seventies de Kate Hudson. Betsy Heimann fue la diseñadora encargada de vestir a la actriz como una groupie, y asegura que se inspiró en algunas it girls de la época como Janis Joplin, Elaine Taylor y Pattie Boyd.
Sydney Prosser en La gran estafa americana (2013)
Michael Wilkinson, diseñador de vestuario, consiguió una nominación al Oscar en 2014 por vestir a los personajes de esta película que trata sobre una seductora pareja de estafadores a la que le encanta vestir a la última - interpretada por Christian Bale y Amy Adams - y que se ve obligada a trabajar para el FBI.
