Famosa desde antes de nacer, Ana Boyer no toda su vida ha sido de color rosa y menos al tener que despedirse de su padre, Miguel Boyer, quien fallecía tras sufrir un ictus cuando ella era apenas una adolescente. Guapa e inteligente, estudió Derecho y Administración de Empresas, pues compartía la misma vocación que su progenitor por las finanzas. Si bien prometía mucho en el terreno laboral, lo cierto es que quiso dejarlo todo por amor y seguir al que es ahora su marido, el tenista Fernando Verdasco, al que acompaña en sus numerosos viajes por el mundo. Ella se ha convertido en su mayor fan y está haciendo que sus dos retoños también sientan pasión por la raqueta, aunque todavía son muy pequeños para saber a lo que se van a dedicar en un futuro. Su segundo hijo, Mateo, llegaba al mundo el pasado 21 de diciembre y se unía a su primogénito Miguel, que es la alegría de la casa.
La hermana de Tamara Falcó ha formado una gran familia junto a Verdasco, al que conoció en 2013 y con el que se casó en diciembre de 2017 en una ceremonia de lo más romántica en la pequeña isla de Mustique, en pleno Caribe. Este fue el lugar elegido por Ana, pues allí pasó unas navidades con su padre y quiso que su recuerdo también estuviera presente en su `sí quiero´, al igual que los otros 60 invitados, entre los que no faltó su madre, Isabel Preysler, una de las personas más importantes de su vida y a la que está muy unida. Tanto es así que cuando vienen a España se alojan en casa de la reina de corazones. Es allí donde han pasado gran parte del confinamiento, aunque hace unas semanas tuvieron que regresar a Doha, donde fijaron hace varios años su residencia.
Hoy Ana celebra su cumpleaños, nació en 1989, y la celebración será bastante austera y sin apenas invitados, dado que es lo que obliga la situación de pandemia en la que nos encontramos. Esperemos que el año próximo pueda celebrar por todo lo alto este aniversario con una fiesta por todo lo alto con familiares y amigos, pues ya hay ganas de reunirse y disfrutar como antes de que el coronavirus llegase a nuestras vidas para quedarse.
Una infancia feliz
Ana nació en el seno de una familia feliz y rodeada de hermanos. Estaba muy unida a su padre y su fallecimiento supuso un duro golpe en su vida.

Su primer amor
Ana mantuvo una larga relación sentimental con Diego Osorio, pero lo suyo no pudo ser y acabaron separándose. Ambos han rehecho sus vidas con sus respectivas parejas.

Digna sucesora de su madre
Ha heredado la elegancia de Isabel Preysler, su madre, una de las mujeres más bellas y que, pese a su edad, sigue acaparando la atención de los medios allí a donde va.

Muy unida a sus hermanos
Ha conseguido llevarse bien con todos sus hermanos y es que es muy discreta y cariñosa, aunque es más frecuente verla con los hijos de su madre que con los de su padre.

Su alter ego
Tamara es algo más que una hermana, es su amiga y su persona de confianza. El hecho de haber pasado más tiempo con ella ha creado un gran vínculo y está encantada de que Tamara viva un momento muy feliz junto a Iñigo Onieva.

Su gran amor
Ana ha encontrado en el tenista madrileño Fernando Verdasco al amor de su vida y al hombre con el que quiere compartir el resto de sus días.

Eternos viajeros
Debido al trabajo de Fernando, el matrimonio tiene que estar viajando con relativa frecuencia por todo el mundo.

Una mujer muy preparada
si bien ella se graduó en Derecho y ADE, sin embargo quiso dejar su profesión para seguir a su marido y vivir una experiencia única, que le ha cambiado la vida.

A caballo entre Madrid y Doha
Fernando y Ana fijaron su residencia en Doha, aunque pasan mucho tiempo en España junto a sus respectivas familias.
