La piloto alicantina, con sordera bilateral, ha demostrado que en el automovilismo no hay límites cuando existe pasión y talento. Con un casco adaptado a sus implantes, compite al más alto nivel en la Clio Cup, enfrentándose a los mejores pilotos de Europa y desafiando los estereotipos del deporte de motor. Su historia es un ejemplo de lucha, perseverancia y amor por la velocidad.